Israel asegura haber matado al líder de la Yihad Islámica en un bombardeo con drones en Cisjordania

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y la Agencia de Seguridad Israelí (ISA) anunciaron este viernes que eliminaron al nuevo comandante de la brigada de Tulkarem de la Yihad Islámica Palestina, Mohamed Abdullah, durante un bombardeo en la Cisjordania ocupada.

En una “operación conjunta de contraterrorismo” realizada este jueves, un dron israelí atacó en la zona de Tulkarem, acabando con la vida de Mohamed Abdullah y de “otro terrorista”. Ambos fueron encontrados con rifles M-16 y chalecos, según un comunicado conjunto de las IDF y la ISA.

Abdullah era el sucesor de Mohamed Jaber ‘Abu Shujaa’, quien murió en un enfrentamiento con fuerzas israelíes el 29 de agosto. En los últimos meses, Abdullah fue señalado como responsable de coordinar actividades terroristas en Tulkarem, además de participar en la colocación de explosivos contra soldados israelíes en la zona.

La agencia de noticias palestina Wafa confirmó la muerte de Abdullah y de otro joven llamado Awad Omar durante un ataque con drones israelíes que alcanzó un vehículo al este de Tulkarem, entre el barrio de Thannaba y el campo de refugiados de Nur Shams. Tras el ataque, fuerzas israelíes irrumpieron en el lugar y se llevaron los cuerpos antes de retirarse. Hasta el momento, se desconoce si hubo más víctimas en el bombardeo.

Cisjordania ocupada atraviesa su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005). En lo que va de 2024, más de 400 palestinos murieron por fuego israelí, la mayoría de ellos milicianos de campamentos de refugiados, pero también civiles, incluidos al menos 65 menores, según cifras que publicó EFE.

Además, unos 40 palestinos fueron abatidos tras presuntamente perpetrar ataques contra israelíes, mayormente en puestos de control militar. El 2023 fue el año más mortífero en dos décadas, con más de 520 muertos.

El ejército israelí intensificó sus incursiones en Cisjordania desde el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, lo que dejó un saldo de alrededor de 730 palestinos muertos, incluidos más de 150 menores en incidentes violentos.