conflicto palestino israelí

Israel atacó la mezquita Al Aqsa y reprimió brutalmente a más de 350 palestinos que rezaban

Efectivos ingresaron en la mezquita de Al Aqsa y golpearon a fieles musulmanes. Estos respondieron lanzando piedras y fuegos de artificio. La escalada de violencia por parte de Israel durante el mes sagrado de Ramadán puede traer graves consecuencias.

Más de 350 palestinos fueron detenidos este miércoles por la policía israelí durante serios disturbios registrados en la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, cuando los efectivos de seguridad ingresaron y golpearon a los fieles musulmanes, que respondieron lanzando piedras y fuegos de artificio, situación que generó un pico de violencia durante una importante festividad musulmana.

Los enfrentamientos estallaron de madrugada justo cuando los palestinos, que son mayoritariamente musulmanes, celebran el mes sagrado del Ramadán y los judíos se preparan para su Pascua.

CONDENAS Y APLAUSOS

Jordania, que administra los lugares santos musulmanes de Jerusalén, condenó el "asalto" a la mezquita y Arabia Saudita y Egipto también deploraron el operativo.

El ministro de Seguridad Interior israelí, Itamar ben Gvir, acusó a los fieles que fueron desalojados de la mezquita de querer "herir y asesinar a policías y herir a ciudadanos israelíes", tras felicitar a la policía por su "acción rápida y decidida".

La situación de violencia en la mezquita generó temor a disturbios más extendidos, aunque para el mediodía la zona alrededor de la mezquita ya había recobrado la calma.

El templo se encuentra en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar sagrado del Islam, en Jerusalén este, el sector palestino de la ciudad ocupado y anexionado por Israel, en los territorios palestinos de Cisjordania.

La Explanada está construida sobre lo que los judíos llaman el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo.

Los reclamos de cada una de las partes sobre el lugar sagrado han derivado varias veces en violencia, incluyendo 11 días de hostilidades en agosto de 2022 entre el Ejército israelí y el movimiento islamista Hamas, que gobierna los territorios palestinos de la Franja de Gaza, separados de Cisjordania por el territorio de Israel.

“Un crimen sin precedentes”

Hamas llamó a sus seguidores a acudir en masa a la Explanada de las Mezquitas para defender los lugares santos islámicos de lo que calificó un "crimen sin precedentes", en alusión al ingreso al lugar de la policía israelí.

Desde que comenzó el Ramadán el 22 de marzo, decenas de fieles musulmanes han intentado repetidamente pasar la noche en la mezquita de Al Aqsa, una práctica que generalmente se permite solo durante los últimos 10 días del Ramadán.

El conflicto crece

El conflicto palestino-israelí se ha intensificado en lo que va de año, tras la toma de posesión en diciembre de uno de los gobiernos más derechistas de la historia de Israel.

La violencia ha dejado casi 110 muertos desde enero, en su gran mayoría palestinos.

Israel ocupa Cisjordania y Jerusalén este desde 1967. Los palestinos reclaman esos territorios para fundar un Estado independiente.

La policía israelí entró todas las noches a desalojar fieles. Esta vez ingresó en horas de la madrugada, en momentos en que el templo estaba colmado de mujeres, niños y personas mayores, además de hombres, según relataron palestinos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Israel estaba trabajando para "calmar las tensiones" en el lugar sagrado.

Porras, sillas y rifles

Palestinos detenidos en el complejo y luego liberados dijeron que la policía usó porras, sillas y rifles para golpear a los fieles, incluidas mujeres y niños, que respondieron arrojando piedras y petardos que habían llevado a las oraciones de la noche en previsión de enfrentamientos, informó la agencia de noticias palestina Maan

Fuera de la mezquita, la policía dispersó a una multitud de jóvenes con granadas de aturdimiento y balas de goma, agregó Maan.

La Policía israelí dijo que no pudo confirmar de inmediato la veracidad de informes y videos que muestran a los agentes golpeando a los palestinos, pero dijo que 350 fueron arrestados y agregó que un oficial resultó herido en la pierna.

Por separado, el Ejército israelí dijo que un soldado recibió un disparo y resultó moderadamente herido en Cisjordania.

El ministro de Asuntos Civiles palestino, Husein Al Sheikh, denunció que "el nivel de brutalidad policial exige una acción urgente palestina, árabe e internacional", informó la agencia de noticias AFP.

Cohetes desde la Franja de Gaza

Tras los enfrentamientos en Al Aqsa, se lanzaron varias salvas de cohetes desde el norte de la Franja de Gaza hacia territorio israelí, informó la prensa de Israel.

Dieciséis proyectiles fueron disparados hacia el sur de Israel y se activaron sirenas de cohetes en las ciudades de Sderot, Erez y Nir Am, informó el periódico israelí Haaretz.

El portavoz del Ejército israelí dijo que un cohete alcanzó una fábrica cerca de Sderot y el resto impactó en áreas abiertas o fue interceptado por el sistema de defensa antimisiles de Israel, Iron Dome. No se reportaron víctimas.

En represalia, el Ejército israelí lanzó ataques aéreos contra lo que aseguró que eran instalaciones militares de Hamas en la Franja de Gaza, donde decenas de personas se habían manifestado antes y habían quemado neumáticos jurando "defender y proteger la mezquita de Al-Aqsa".