ABERRANTE

Juicio en Francia por un caso de abusos sexuales: 51 hombres acusados de violar a una mujer drogada por su marido

Un jubilado francés será juzgado por drogar a su esposa durante diez años para que más de 50 hombres la violaran en su domicilio. El proceso, que se extenderá hasta diciembre, es emblemático de los abusos por sumisión química y conmocionó a la familia de la víctima.

A partir del lunes, un caso impactante de abusos por sumisión química comenzará a ser juzgado en Aviñón, Francia. Un jubilado de 71 años, exempleado de la compañía eléctrica EDF, está acusado de drogar a su esposa durante una década para que desconocidos la violaran en su domicilio. Este juicio, que durará cuatro meses, involucra a un total de 51 acusados, de entre 21 y 68 años al momento de los hechos, quienes enfrentan cargos por violación y complicidad.

Las audiencias se realizarán ante una corte criminal compuesta por magistrados profesionales, y se espera que finalicen el 20 de diciembre. Entre los acusados se encuentran hombres de diversas profesiones, desde bomberos y enfermeros hasta periodistas y expolicías. A pesar de la variedad de perfiles, todos ellos comparten, según los expertos, un sentimiento de "omnipotencia" sobre el cuerpo femenino.

El principal acusado, quien confesó haber administrado ansiolíticos como Temesta a su esposa sin su consentimiento, comenzó a drogarla en 2011 cuando la pareja vivía en la región parisina. Posteriormente, se mudaron a Mazan en 2013, donde continuaron los abusos. Los hombres, reclutados a través de un sitio de encuentros, recibían instrucciones detalladas para no despertar a la víctima durante los ataques, que eran filmados por el esposo.

El caso salió a la luz en 2020, cuando el marido fue sorprendido filmando bajo las faldas de mujeres en un centro comercial. La investigación posterior reveló miles de fotos y videos de su esposa, visiblemente inconsciente, siendo violada por decenas de desconocidos. A pesar de la gravedad de los hechos, la víctima no tenía ningún recuerdo de lo ocurrido hasta que se le informó, conmocionándola profundamente.

El juicio también involucra a la hija del matrimonio, Caroline, quien ha emprendido una lucha contra la sumisión química a través de la asociación "No me duermo". Caroline, que sospecha que también pudo haber sido drogada por su padre, ha publicado un libro relatando su experiencia bajo el título "Y dejé de llamarte papá".