CHILE ELECCIONES
Kast y Jara se disputan la presidencia de Chile con la seguridad como eje central
El derechista José Antonio Kast y la izquierdista Jeannette Jara se enfrentan en una segunda vuelta marcada por el debate sobre seguridad, economía y el rumbo político del país.
Chile celebra este domingo un balotaje presidencial que refleja una profunda polarización política y social. José Antonio Kast, abogado de 59 años y referente de la derecha más dura desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, compite con Jeannette Jara, abogada de 51 años, exministra de Trabajo y figura de una izquierda que busca mostrarse moderada.
Kast llega a la definición electoral con un discurso centrado en la seguridad y el combate al crimen. Propone deportaciones masivas de migrantes en situación irregular y políticas de mano dura frente a la delincuencia, en un contexto donde el 63% de los chilenos considera que el crimen y la violencia son su principal preocupación, según una encuesta de Ipsos. Tras votar en Paine, al sur de Santiago, afirmó que, de resultar electo, encabezará “un gobierno de todos los chilenos”.
Jeannette Jara, en tanto, votó en Conchalí, el barrio popular donde creció, y llamó a reducir el clima de confrontación. Su campaña pone el acento en la agenda social: impulsó la reducción de la jornada laboral a 40 horas, propone aumentar el salario mínimo y fortalecer el sistema de pensiones. También aseguró que enfrentará con firmeza el narcotráfico y la corrupción, y prometió trabajar por “un Chile sin odio ni miedo”.
La seguridad atraviesa toda la elección. Aunque los homicidios se duplicaron en la última década, los datos oficiales muestran una baja en los últimos dos años. Sin embargo, persiste la preocupación por delitos violentos como secuestros y extorsiones, en parte asociados a bandas extranjeras. Para el analista Robert Funk, de la Universidad de Chile, el fracaso del gobierno de Gabriel Boric en reformar la Constitución heredada de la dictadura debilitó a la izquierda y abrió espacio a discursos más duros en materia de orden público.
El pasado político también pesa en la contienda. Kast ha expresado apoyo a la dictadura de Pinochet, un tema que evitó durante la campaña pero que genera rechazo en parte del electorado. Jara concentra apoyos entre quienes temen un retroceso en derechos sociales y civiles.
En la primera vuelta, ambos candidatos rondaron un cuarto de los votos, con una leve ventaja para Jara. Sin embargo, el respaldo total a fuerzas de derecha se acercó al 70%, un dato que podría inclinar la balanza. Analistas advierten, no obstante, que un eventual triunfo de Kast no implicaría un mandato absoluto, ya que muchos votantes lo apoyan más por rechazo a su rival que por adhesión plena a su programa.