Crecimiento

La economía de China muestra signos de recuperación

El indicador, que mide variables como la producción, los nuevos pedidos, los precios y el empleo, marcó 51 puntos, lo que muestra una expansión de la actividad económica.

La actividad industrial en China volvió a expandirse en agosto, en un primer signo de que el país asiático podría estar saliendo del estancamiento que lo impactó en los últimos meses, al tiempo que Beijing instrumentó nuevas medidas para aumentar la liquidez en la economía.

Según el Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero publicado por la firma privada Caixin, la actividad volvió a terreno positivo tras marcar 51 puntos, respecto de los 49,2 de julio, el nivel más alto en seis meses y por encima del nivel estimado por los economistas.

Si el número del indicador –que mide variables como la producción, los nuevos pedidos, los precios y el empleo- es superior a 50, la actividad económica muestra expansión, mientras que si es inferior se encuentra en contracción.

La mejora en la demanda impulsó a las empresas a adquirir más insumos y a sumar más puestos de trabajo.

De hecho, de acuerdo con el indicador, la creación de empleo en el sector creció al ritmo más rápido desde marzo de 2010.

No obstante, los pedidos provenientes desde el exterior volvieron a retroceder, según el informe de Caixin, difundido por las agencias de noticias DPA y Bloomberg.

El crecimiento en la demanda fue esencialmente doméstico, lo cual se sitúa en línea con informes que muestran una sólida de producción de metales como el acero para abastecer inversiones del Estado en infraestructura.

Del lado de los precios, se registró un incremento “mínimo” en los gastos operativos de la mano de los mayores costos de las materias primas.

Esto representó el primer ascenso del precio de los insumos desde febrero.

El reporte de Caixin focaliza fundamentalmente en las pequeñas empresas y aquellas orientadas a las exportaciones, a diferencia del PMI oficial.

En los últimos meses, el Gobierno chino realizó una serie de medidas focalizadas para que la economía salga del estancamiento a la cual está sumergida desde inicios de año, tras el breve rebote que tuvo por el fin de las restricciones sanitarias.

El estancamiento fue tal que bancos y economistas redujeron sus proyecciones ubicándolas cerca de la meta oficial de Beijing del 5% anual, cifra que era considerada modesta a la hora de conocerse en marzo pasado.

Pese al crecimiento de la industria, algunos analistas se mantienen cautelosos.

“No está claro si esta mejoría es sustentable dado que las medidas fueron pequeñas y la confianza sigue débil. Las últimas medidas de alivio al sector inmobiliario dan cierta expectativa de estabilización”, opinó Michelle Lam, economista de China en el banco francés Société Generale.

En los últimos días Beijing anunció un paquete de medidas para motorizar la economía.

Entre ellas, se permitió que los prestamistas puedan recortar las tasas en hipotecas ya coincididas y se redujeron los requisitos para acceder a ellas en algunas ciudades como Shenzhen; y se incrementaron las deducciones en los impuestos a las ganancias para cuidado parental y gasto en educación.

Por otra parte, el Banco Popular de China –el banco central de ese país- redujo este viernes la cantidad de divisas extranjera que los bancos deben tener en sus reservas de un 6% a un 4%, con el objetivo de impulsar al yuan, cuyo tipo de cambio se encuentra en un mínimo de 15 años.

La devaluación del yuan –que acumula un retroceso de 5% este año- responde, en parte, a las sucesivas reducciones de la tasa de interés, las cuales fallaron en cambiar la confianza de los inversores hasta el momento.

Además, llevó a cabo una operación de recompra inversa o “repo” donde inyectó 101.000 millones de yuanes (US$ 13.871 millones) a las entidades bancarias, con un interés del 1,80% y devolución en una semana, con el objetivo de aumentar la liquidez y los márgenes de ganancia.

La recompra inversa consiste en la compra de valores por parte del Banco Central de China a sus entidades financieras comerciales, con el acuerdo de volver a venderlos en el futuro.