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La guerra en Ucrania golpea la economía europea: inflación, huelgas y temor a recesión

La suba de precios en los 19 países que usan el euro como moneda única alcanzó el 8,6% interanual en junio, la marca más alta de la historia. La mayor causa de los números inéditos es el precio de la energía por las sanciones y contrasanciones entre la Unión Europea y el Kremlin, que redujeron la oferta de suministro de petróleo, pero sobre todo de gas ruso.

La inflación récord no cede en Europa, con un futuro marcado por la incertidumbre sobre cuánto tiempo más durará la guerra en Ucrania y la velocidad para cortar la dependencia del gas ruso, dos de los factores principales que explican esta alza de precios que provocó huelgas históricas, elevó la inseguridad alimentaria, devaluó el euro frente al dólar y genera el temor por una recesión en una economía que buscaba recuperarse del golpe de la pandemia.

La suba de precios en los 19 países que usan el euro como moneda única alcanzó el 8,6% interanual en junio, la marca más alta de la historia, en una escalada de la tasa que se aceleró desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

La mayor causa de estos números inéditos es el precio de la energía por las sanciones y contrasanciones entre la Unión Europea (UE) y el Kremlin, que redujeron la oferta de suministro de petróleo, pero sobre todo de gas ruso, que hasta antes de la guerra representaba más del 40% de las importaciones de ese combustible en el bloque.

"El gas ruso está subiendo de precio y esto está golpeando duramente a Europa, que ahora tiene toda esta inflación vinculada a la energía. Esto significa que todos los ciudadanos pagan enormes facturas, pero además, si el precio de la energía sube, también lo hace el de todos los bienes", explicó Maria Demertzis, directora adjunta de Bruegel, un think tank con sede en Bruselas que se especializa en economía europea.

"Esto genera una enorme desorganización. Las empresas no pueden tomar decisiones porque no saben qué cobrar, los consumidores se quejan porque cada vez que van al supermercado tienen que pagar más dinero. Así que los sindicatos están muy descontentos, exigen aumentos y convocan a huelgas", añadió.

En ese marco, los ferroviarios británicos realizaron su mayor paro en 30 años, los trabajadores portuarios alemanes bloquearon la actividad de las mayores terminales del país y empleados de las compañías aéreas y de aeropuertos de toda la UE frenaron el tráfico aéreo, en lo que son solamente algunos ejemplos de las protestas de las últimas semanas que tienen un denominador común: la exigencia de mejoras salariales ante el aumento del costo de vida.

También debido a este aumento de precios, casi la mitad de los británicos recortó sus compras habituales de alimentos, de acuerdo a cifras oficiales, mientras que en España crece el consumo de las marcas propias de los supermercados, generalmente más baratos, que ya copan más del 40% del mercado.

En Alemania, la demanda de los bancos de alimentos en todo el país aumentó "significativamente" desde principios de año y se duplicó en algunas zonas, según una vocera de Tafel, una red de estas instituciones que vienen sintiendo un crecimiento de su actividad desde la pandemia de Covid-19.

"Podemos datar el inicio del aumento de la curva de inseguridad alimentaria con la crisis de 2008. Luego se estabilizó y comenzó a descender en 2019, pero hubo un repunte con la llegada de Covid-19. El 2022 empezó de forma positiva, pero lamentablemente el estallido de la guerra trajo una ola de millones de refugiados a muchos países europeos", indicaron a esta agencia desde la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA), una entidad con sede en Bélgica que nuclea a organizaciones que brindan asistencia en 24 países del continente.

"Esta emergencia estuvo acompañada de un aumento de la inflación, que, sobre todo en los países europeos más frágiles -este y sur de Europa-, crece mucho más rápido que en los de mayores ingresos. Así que sin dudas la guerra en Ucrania está afectando la seguridad alimentaria en Europa", agregaron.