ya está en Argentina

La increíble historia del argentino que estuvo dos años preso en una cárcel de Bukele en El Salvador

Alejo Arias González fue detenido en 2023 acusado de pertenecer a una banda criminal colombiana.

La política carcelaria de Nayib Bukele en El Salvador es conocida por su carácter disciplinador y violento. Las prisiones, que se publicitan como eje central de su gobierno, se presentan como centros donde los presos deben tener miedo y son sometidos a los peores tratos. De hecho, según Amnistía Internacional, el Ejecutivo “persiste en evadir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”. Alejo Arias González conoce de primera mano la situación: el joven argentino estuvo dos años encarcelado y acaba de ser liberado.

El caso de González se hizo conocido el 14 de julio de 2023, cuando fue detenido en El Salvador por pertenecer, presuntamente, a una banda criminal colombiana. Sin embargo, tras un juicio abreviado y debido a las gestiones de Cancillería a finales de la semana logró su liberación y ya está sano y salvo de regreso en Argentina.

El joven de 27 años, nacido en Rivadavia, provincia de Mendoza, había emigrado buscando juntar algo de dinero y un mejor futuro económico. De hecho, ya instalado, había conseguido trabajo como colaborador en una financiera.

Sin embargo, al poco tiempo la empresa fue calificada de ilegal y fue desbaratada. A las horas, la policía lo interceptó en la puerta de su condominio y lo detuvo, junto a otros 109 sospechosos, acusándolo de formar parte de una asociación ilícita de origen colombiano que se dedicaba al lavado de dinero y que era perseguida por el gobierno.

Al igual que el resto de los acusados de la presunta financiera, sobre Arias pesaba una prisión preventiva en medio de investigaciones por asociación ilícita, estafas, lavado de activos y extorsión.

Así se llegó hasta este miércoles donde, tras varios meses de intensas negociaciones, Arias González recuperó su libertad tras un juicio abreviado impulsado por las negociaciones que llevó a cabo Sergio Iaciuk, el cónsul argentino en el país salvadoreño.

Quien confirmó la liberación fue su abogado, Miguel Ángel Pierri, quien aseguró que si bien mantuvieron contactos cada 15 días con Arias, “las negociaciones se mantuvieron en reserva”. Sin embargo, Pierri sí informó que en el juicio abreviado "Alejo admitió la responsabilidad y se le conmutó la pena" debido al tiempo que ya había transitado en el encierro de la prisión de El Salvador.

Por otro lado, sobre las condiciones de su liberación, afirmó: “Realmente estaba bien cuidado. La cuestión humanística desde el servicio consular se cumplió. Tuvo nutricionista y psicóloga a disposición”, detalló Pierri.

El alivio del excarcelado

Alejo Arias fue recibido por su familia en el aeropuerto de Ezeiza en los primeros minutos del pasado jueves y luego se reunió con las autoridades de la Cancillería argentina. En horas de la tarde se trasladó hacia Mendoza, su provincia natal, donde hizo escala en El Plumerillo y luego retomó el viaje hasta llegar a Rivadavia, donde se junto con más familiares y amigos.

"Estoy agradecido a mi Patria que nunca me abandonó. Muy agradecido a todos", fueron las palabras del joven, quien aseguró que los días previos a la liberación y al viaje a la Argentina los vivió "con mucho nerviosismo y mucha ansiedad". Además, mencionó que sus días en las famosas cárceles salvadoreñas "fueron difíciles", pero afirmó que desea "dar vuelta la página porque la vida siempre da revancha".

"Fue muy difícil estar sin comunicación con mi familia, pero gracias a Dios todo salió favorable. Ver a mi papá y a mi mamá después de tanto tiempo fue una emoción inexplicable que nunca sentí en la vida", destacó el mendocino.

Arias había sido encarcelado en El Penalito, una humilde comisaría de paso, y luego fue llevado al Centro Penal de Jucuapa, ubicado en Usulután, a 200 kilómetros de la capital del país centroamericano, donde estuvo sin contactos, sin cartas y sin llamadas ni visitas.

De aquel entonces, su madre, Sandra González, y su padre, Mauricio Arias, no pudieron saber de su hijo más que gracias a un registro audiovisual. “Vimos su cara en un video, lo llevaban con la cabeza baja, flaquito, deprimido”, criticaba él.

Previamente, Sandra se lamentaba de que su hijo "no pueda defenderse y explicar que es solo un empleado administrativo de la microfinanciera donde trabajaba. Mi hijo no sabía que era ilegal". Además, ella explicó que el único objetivo del viaje era juntar dinero en dólares para pagarse la carrera de radiología, por lo que el joven solo deseaba estar allí seis meses y volver a Mendoza.

La difusión

Además de defenderlo legalmente, Pierri se convirtió de hecho en el encargado de comunicar (o al menos de masivizar la difusión de) la liberación de su cliente. Por la noche del miércoles 4 de junio ya avisó en su cuenta de X que el trabajo estaba hecho y que se aproximaba su vuelta. "El Salvador. Cuenta regresiva. Operación libertad, faltan minutos. Gran trabajo en siencio, muy profesional", fueron las palabras con las que el defensor legal adelantó la pronta llegada del joven mendocino.

Horas más tarde, luego del mediodía del jueves 5 de junio, el mismo letrado se encargó de ilustrar la vuelta de Arias a la Argentina tras una importante reserva al respecto por cuestiones de seguridad y de orden diplomático. En una publicación con una foto de ambos en el Aeropuerto de Ezeiza, Pierri demostró que Arias por fin volvía a su país natal.