GRAN BRETAÑA
La oposición y parte del oficialismo piden la renuncia de Johnson
Luego de admitir su presencia en fiestas durante el confinamiento, la continuidad del Primer Ministro inglés permanece en la cuerda floja.
Días atrás salieron a la luz videos del Primer Ministro inglés, Boris Johnson, en los que se ve su participación en fiestas, cuando estas estaban prohibidos por las medidas de restricción que regían en Inglaterra.
Luego de hablar ante el pueblo, y admitir su presencia y error, la oposición, liderada por el Partido Laborista exigen la renuncia del Primer Ministro. Lo han calificado de "incapaz para el cargo" y que el país necesita "liderazgo", cosa que según ellos, Johnson no tiene en mente.
"Mientras una basta mayoría de la población británica obedecía las leyes que hacía el Gobierno, el Gobierno y el primer ministro estaban de fiesta en Downing Street", criticó Starmer, líder del Partido Laborista, quien consideró que Johnson "no es apto para el cargo".
Además, desde su propio partido cinco diputados oficialistas anunciaron que pidieron una moción de censura interna contra el primer ministro, si bien para que esta sea validada es necesario el apoyo de 54 legisladores tories (conservadores).
Algunos de estos diputados, han considerado que Johnson ha perdido la "autoridad moral para liderar".
El miércoles, Johnson ya debió pedir disculpas al Parlamento por su presencia en una de esas fiestas, en mayo de 2020, pero alegó que pensó que se trataba de una reunión de trabajo, provocando la irritación y la mofa generalizadas.
La polémica se profundizó este sábado, luego que el diario The Mirror revelara que, cada viernes, los empleados de Downing Street concluían su semana laboral con "los vinos del viernes", una "tradición" antigua que se mantuvo a pesar del confinamiento decretado por la pandemia.
Johnson actualmente se mantiene aislado y sin dar declaraciones luego de que un integrante de su familia de positivo de Covid 19. Sin embargo desde la oposición creen que se trata de una maniobra política.
Desde la aparición del escándalo, según algunos medios británicos el Partido Liberal lideraría la intención de voto por 10 puntos por encima del Partido Conservador.