Tensión en Brasil
La Unión Europea condena el asalto en Brasil y pide responsabilidad a Bolsonaro
“La democracia brasileña prevalecerá sobre la violencia y el extremismo”, señala Borrell en un comunicado en el que Bruselas emplaza al expresidente brasileño a que pida a sus seguidores que se vayan a casa
Condena sin paliativos de la UE al asalto a organismos democráticos en Brasil. Todas las instituciones europeas, así como la mayoría de socios, han censurado el asalto al Congreso, el Tribunal Supremo y la sede del Ejecutivo en ese país. El alto representante de la UE, Josep Borrell, ha señalado, además, directamente al expresidente Jair Bolsonaro al emplazarle a que inste a sus seguidores a “irse a casa”.
“La UE condena en los más enérgicos términos los antidemocráticos actos de violencia que tuvieron lugar el domingo 8 de enero”, comienza el comunicado del jefe de la diplomacia europea sobre la invasión de los seguidores de Bolsonaro al Congreso y otras instituciones con motivo de la manifestación que pedía una intervención militar para acabar con la presidencia de Lula da Silva.
“La democracia brasileña prevalecerá sobre la violencia y el extremismo”, expresa el texto publicado pasadas las 22 horas en el que el alto representante reitera el “completo” apoyo de la UE a Lula y el sistema democrático de Brasil. Además, hace una alusión a los “líderes políticos brasileños y, especialmente, al expresidente Bolsonaro” para que actúen “responsablemente e insten a sus seguidores a irse a casa”.
“El lugar para resolver las diferencias políticas es dentro de las instituciones democráticas brasileñas y no a través de la violencia en las calles”, agrega el comunicado. Lula venció en las elecciones del pasado 30 de octubre. En su toma de posesión el 1 de enero, Bolsonaro no estuvo presente, pese a que el protocolo dicta que el dirigente saliente entrega la banda presidencial al nuevo.
El propio Lula ha acusado a su predecesor de la situación en una declaración en la que ha anunciado la toma del control de Brasilia ante el ataque. “Aprovecharon el silencio dominical, cuando aún estábamos constituyendo el Gobierno, para hacer lo que hicieron. Hay varios discursos del expresidente animando a ello y esto también es responsabilidad suya y de los partidos que le apoyaron”, ha denunciado antes de advertir: “Esa gente que llamamos fascistas invadió el Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio del Planalto. Todas las personas que hicieron esto serán encontradas y castigadas”.
Además de Borrell, también se han pronunciado altos mandatarios europeos como el presidente del Consejo, Charles Michel, o la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metzola, que ha publicado un mensaje de Twitter en brasileño para defender que la “democracia debe ser siempre respetada”: “El Parlamento Europeo está al lado del Gobierno de Lula da Silva y de todas las instituciones legítima y democráticamente elegidas”.
Otros países aliados también han condenado el asalto, entre ellos Estados Unidos, que sufrió un ataque muy similar hace justo dos años, coincidiendo con la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden tras derrotar en las urnas a Donald Trump. “Usar la violencia para atacar las instituciones democráticas es siempre inaceptable”, ha afirmado el secretario de Estado Antony Blinken, que ha mostrado su solidaridad con Lula en la reclamación de un cese “inmediato de esas acciones”.
En España, también Pedro Sánchez ha reaccionado a través de Twitter en un mensaje en el que ha mostrado su apoyo al presidente y las instituciones democráticas brasileñas, además de hacer un “llamamiento al retorno de la normalidad democrática”. Lo mismo ha hecho en su calidad de presidente de la Internacional Socialista en un comunicado en el que, además de trasladar el apoyo a Lula y el “gobierno democrático elegido en las urnas”, condena la actuación de “grupos que se oponen a los resultados legítimos”.
El Gobierno de España, a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, ha mostrado su respaldo a Lula, “elegido democráticamente por el pueblo brasileño y proclamado legítimo presidente del país por las instancias electorales competentes”. “Deseamos expresar nuestro rechazo a cualquier iniciativa o actitud que ponga en cuestión el proceso democrático brasileño por parte de sectores que no quieren aceptar los resultados emanados de la voluntad del pueblo de Brasil”, señala la nota del departamento dirigido por José Manuel Albares.