economía
Las sanciones contra Rusia empujan a los países a repatriar sus reservas de oro desde Occidente
Los bancos centrales y los fondos soberanos de riqueza están recuperando continuamente sus reservas de oro en el extranjero como un escudo ante las sanciones occidentales contra Rusia.
Los países buscan salvaguardar sus reservas de divisas en medio de llamados a la desdolarización, el aumento de la inflación y las tensiones geopolíticas provocadas por el impacto de las sanciones contra Rusia.
Las sanciones sin precedentes a Rusia y los bloqueos impuestos a las reservas de su Banco Central, el endurecimiento de las restricciones comerciales con China, el aislamiento de Moscú del sistema internacional de pagos interbancarios SWIFT y las políticas económicas del presidente Joe Biden, tildadas como Bidenomics, supuestamente han anunciado un replanteamiento entre los gobiernos preocupados por la desdolarización.
En consecuencia, se ha observado una caída de la demanda de dólares en el comercio y los acuerdos internacionales, a pesar de que Washington se enfrenta a importantes déficits presupuestarios que necesitan financiación.
La tendencia bearish (en referencia al bear market, es decir, un mercado que se caracteriza por el retroceso de precios) de los mercados financieros el año pasado también ha resultado en pérdidas considerables para los gobiernos y los administradores de fondos.
Esto ha llevado a una reevaluación exhaustiva de sus estrategias, ya que hay fuertes indicios de que la rivalidad geopolítica y la inflación galopante persistirán en el futuro previsible.
La mayoría de los fondos soberanos y los bancos centrales que participaron en el estudio anual de gestión de activos soberanos globales de Invesco supone que la espiral inflacionaria no disminuirá por 10 años, superando los niveles de la década anterior. El estudio se realizó entre 57 bancos centrales y estrategas de 85 fondos soberanos.
En el sistema financiero, las opciones favorables de inversión serán los bonos y el oro domiciliados en mercados emergentes. Con todo, la congelación de aproximadamente 640.000 millones de dólares en las reservas de Rusia por parte de Occidente el año pasado como reacción a la operación militar especial en Ucrania ha cambiado la situación.
La demanda de 'activos financieros occidentales' cae
El profesor de macroeconomía y economía monetaria en la Universidad de Friburgo Sergio Rossi, dijo a Sputnik que en la actualidad un número cada vez mayor de "inversionistas institucionales" busca repatriar sus reservas de oro por temor y para evitar la posibilidad de que estos activos puedan ser "confiscados como resultado de las crecientes tensiones geopolíticas".
"Los riesgos potenciales de tal precedente son, de hecho, dos: por un lado, estos inversores podrían verse impedidos de vender parte de sus reservas de oro, ya que este último puede ser confiscado; por otro lado, esta confiscación puede subir el precio del oro, lo que induce a estos inversionistas a asegurarse de que sus reservas de oro sean repatriadas, para que puedan tener control total sobre ella", explicó el estudioso.
Esta "retirada masiva de reservas de oro", dijo el economista, significa esencialmente la disminución de la demanda de "activos financieros occidentales", debido a que no se espera que "entreguen el rendimiento prometido de la inversión inicial".
"Además, la postura de política monetaria restrictiva de los principales bancos centrales —particularmente la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo— es un factor adicional de este gran cambio de activos financieros occidentales a reservas de oro, ya que cualquier aumento adicional en las tasas de interés de política hace que el sistema financiero occidental sea cada vez más frágil, particularmente porque un número cada vez mayor de bancos occidentales está registrando un crecimiento vertiginoso del volumen de préstamos morosos, en lo que respecta a las pequeñas y medianas empresas, así como a los hogares", apuntó.
Según Rossi, esta tendencia negativa afectará principalmente a los bancos regionales estadounidenses y a los europeos, "tanto que podría estallar otra crisis financiera global y sistémica en poco tiempo, golpeando duramente a la mayoría de los países occidentales", en referencia a la debacle de 2008.
Al mismo tiempo, las mejores perspectivas de crecimiento económico y estabilidad financiera en el área de la alianza BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) —en comparación con las de la economía occidental— ayudan a que las instituciones financieras no occidentales sean más atractivas ante esta situación.
"Además, los acuerdos comerciales multilaterales, así como un sistema de pagos en múltiples monedas entre los países miembros de los BRICS, brindan más posibilidades de obtener un retorno de la inversión a mediano y largo plazo, en comparación con en el caso de las economías occidentales globalizadas", agregó Rossi.
"Si es así, entonces un número cada vez mayor de inversores, tanto privados como institucionales, podría decidir mover parte de sus reservas de oro a algunos países BRICS, particularmente donde estos inversores podrían querer invertir o llevar a cabo algunas actividades comerciales".
Por su parte, el presidente de la consultora de gestión empresarial panasiática Dezan Shira & Associates, Chris Devonshire-Ellis, argumentó que los países probablemente querrían almacenar sus activos en sus respectivos hogares por el momento, aunque admitió que "pueden surgir alternativas" a tiempo.
"Cabe señalar que la agrupación BRICS ya controla alrededor del 60% de las reservas mundiales de gas y que estas, así como las reservas de petróleo, aumentarán a medida que se agreguen nuevos miembros propuestos", dijo el economista a Sputnik.
"La Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) es probablemente un candidato para proponer seguridad regional estratégica en términos de un depósito de activos administrado".
También estuvo de acuerdo en que la decisión de EEUU y sus aliados de confiscar los activos rusos "sin pasar por los protocolos legales internacionales" creó un precedente "por el cual los países occidentales pueden congelar los activos en cualquier momento en caso de que surja una disputa futura entre las potencias occidentales".
"Significa que los fondos soberanos de riqueza en otros lugares han visto un aumento en el riesgo de tener fondos significativos en Occidente y, por lo tanto, desean traerlos de regreso a sus propias jurisdicciones", agregó Devonshire-Ellis.
El apetito por el oro
Un informe publicado en febrero por el Consejo Mundial del Oro afirma que en el 2022 los bancos centrales de todo el mundo se abalanzaron sobre un récord de 1.136 toneladas métricas de este metal. De esa manera, la tendencia de comprar oro ha ido en constante aumento consecutivo durante al menos 12 años.
Este patrón establecido demuestra que una gran cantidad de bancos centrales en todo el mundo estaban alarmados. Una encuesta reveló que alrededor de 60% de los participantes estuvo de acuerdo con el atractivo del oro, aunque el 68% siguió aumentando sus reservas en sus países, lo que significa un crecimiento del 18% desde 2020.
Según se informa, un banco central occidental le dijo a Invesco que aumentaron sus reservas de oro hace casi una década y que previamente almacenaron sus recursos en Londres. "Pero ahora hemos transferido nuestras reservas de oro a nuestro propio país para mantenerlo a salvo; su papel ahora es ser un activo de refugio seguro", dijo la entidad financiera.
Diversificar o no diversificar
Los mercados emergentes ofrecen preocupaciones y oportunidades para los bancos centrales, lo que los impulsa a reducir su dependencia del dólar.
Algunos expertos piensan que la creciente deuda estadounidense afecta negativamente el valor del dólar, aunque muchos lo consideran la moneda global dominante.
El número de personas que consideran al yuan chino como un posible rival se redujo del 29 al 18%, esto en comparación con el año pasado. De las 142 instituciones encuestadas, aproximadamente el 80% cree que la inestabilidad geopolítica representa la mayor amenaza durante los próximos 10 años, mientras que el 83% estaba preocupado por la inflación en los próximos 12 meses.
La infraestructura ahora se ve como la clase de activo más atractiva, particularmente aquellos proyectos que involucran generación de energía renovable, los cuales son cada vez más deseables en el campo de las inversiones de infraestructura.
El director de instituciones oficiales de Invesco y responsable del informe, Rod Ringrow, cree que en 2022 los fondos de riqueza con un buen desempeño en el mercado reconocieron los peligros asociados con los activos sobrevalorados.
También estaban dispuestos a realizar cambios significativos en sus carteras de inversión. Ringrow espera que esta tendencia continúe a medida que los fondos y los bancos centrales se concentren en controlar la inflación creciente.