Espacio

Los astronautas rusos serán rescatados pero no volverán hasta septiembre

Si bien estaba previsto que los tripulantes de la Soyuz regresaran a finales de marzo, una nueva fuga en otra nave alargará la misión seis meses más.

Tal como estaba planificado, la misión de rescate de los tres astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) partirá hoy desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) y llegará a su destino dos días después. Con su arribo se pone fin al problema de la evacuación de la ISS: hasta ahora, si la tripulación de la estación hubiese tenido que abandonar las instalaciones, había solo cuatro asientos en la nave Crew Dragon de SpaceX, insuficientes para los siete astronautas que actualmente se encuentran allí. Sin embargo, no regresarán a la Tierra sino hasta nuestra primavera. “Serguéi Prokópiev, Dmitri Petelin y Frank Rubio originalmente iban a aterrizar a bordo de la nave espacial Soyuz MS-22 el 28 de marzo de 2023”, dijo el comunicado de ­Roscosmos. “Ahora los planes contemplan su vuelta a bordo de la nave espacial Soyuz MS-23 en septiembre de 2023”.

El cambio de planes viene motivado por una segunda fuga en una nave de carga, la también rusa Progress MS-21, que llegó a la ISS desde octubre y que tuvo que desacoplarse el 18 de febrero por este incidente. La agencia rusa cree que la causa es la misma que en el caso de la Soyuz, “un impacto exterior”. Basándose en fotografías y videos de la nave de carga, Roscosmos ha encontrado “agujeros” en la superficie exterior de la nave, entre ellos en un radiador y en los paneles solares. La agencia rusa ha descartado que se trate de un defecto de fabricación.

También ha afirmado que esta prolongación del tiempo en el espacio –las misiones suelen durar solo seis meses– no supone ningún peligro para la salud de la tripulación, que “percibe positivamente esta extensión”. Además, Roscosmos ha querido hacer hincapié en que no es la primera vez que ocurre: la misión del cosmonauta ruso Piotr Doubrov y del astronauta estadounidense Mark Vande Hei fue prolongada de seis meses a un año en 2021.

Los problemas empezaban cuando la nave Soyuz MS-22, en la que los tres habían viajado a la estación espacial en septiembre del año pasado, registró una espectacular fuga de líquido refrigerante que además fue retransmitida en directo, ya que justo en ese momento se estaba llevando a cabo una caminata espacial, la cual fue inmediatamente suspendida. La fuga duró horas, lo que provocó el vaciado de radiador de ­refrigerante utilizado para regular la temperatura del interior del compartimento de la tripulación.

El problema se solucionó momentáneamente manteniendo una escotilla abierta a la ISS, pero en ese estado es imposible devolverla de vuelta con tripulación a bordo, tal como contemplaba el plan inicial. La principal teoría fue que el daño se había producido por el impacto de un micrometeorito.