Los talibanes decapitaron a una jugadora de vóley en Afganistán

Mahjabin Hakimi, jugadora de la selección juvenil de vóley de Afganistan, fue decapitada por los talibanes en Kabul según informó el medio Persian Independent. El asesinato de la joven se habría producido a principio de mes, aunque su familia no había difundido la noticia por las amenazas den represalia recibidas.

La información habría sido revelada por su entrenadora, quien por razones de seguridad utilizó el seudónimo Suraya Afzali. Además, contó que solo dos jugadoras del seleccionado juvenil lograron huir del país, mientras que el resto de las compañeras permanecen escondidas, a la espera de ayuda de organizaciones internacionales.

La joven integró el conjunto nacional antes del retorno de los talibanes al poder, mientras que en simultáneo defendía la camiseta de un equipo municipal de la capital afgana. Hace algunas semanas, integrantes de la Selección de vóley habían manifestado el temor a sufrir represalias por el simple hecho de practicar deporte. Incluso, aquellas que pudieron escaparse del país, habían denunciado el asesianto de otra jugadora del equipo.

La Federación italiana de vóley compartió un mensaje en sus redes sociales en el que se lamentó por la noticia sobre la decapitación de la jugadora afgana Mahjabin Hakimi a manos de los talibanes.

“Su culpa: practicar el deporte que amaba, el vóley. Mahjabin, como muchas otras chicas en Italia y en todo el mundo, cultivó su pasión por el vóley en el Club de Voleibol del Municipio de Kabul, pero en comparación con otras compañeras, no había logrado salir de Afganistán en los últimos meses. Parece increible que en 2021 alguien sea asesinado solo porque juega al vóley, o aún peor, porque persigue sus sueños”, escribieron en sus redes sociales, al tiempo que expresaron que “toda la comunidad del vóley está de luto”.

Grupos de combatientes talibanes golpearon a un grupo de periodistas durante una marcha por los derechos de las mujeres en la capital afgana, Kabul, para evitar la cobertura de la protesta.

El hecho se produjo durante una movilización de mujeres que desfilaron desde las inmediaciones del Ministerio de Educación hasta el Ministerio de Finanzas. Las presentes llevaron pañuelos coloridos en la cabeza y corearon lemas como “no politicen la educación”, mientras que mostraron carteles con los mensajes “no tenemos derecho a estudiar ni trabajar” o “sin trabajo, pobreza, hambre”.

La marcha estaba permitida por las autoridades, pero durante su desarrollo un combatiente talibán golpeó a un reportero extranjero con la culata de un rifle y lo echó del desfile, mientras amenazó a otro y le dio patadas.