Lula propone cambios a las reformas de Bolsonaro y Temer

El exmandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, buscará vencer en las elecciones próximas de octubre del 2022, a Jair Bolsonaro. En caso de lograrlo, el candidato tiene como principal objetivo amortiguar y/o frenar las políticas neoliberales llevadas a cabo por Bolsonaro en estos años de gobierno.

Tal así, que ya dio el primer paso esta semana por el propio Lula, quien participó de una reunión con dirigentes españoles para aprender del proceso de revisión de la reforma laboral que en ese país que lleva adelante el presidente del gobierno Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Algunas reformas laborales se dieron en Brasil cuando Temer era el presidente, allá por 2017. Las dos principales conquistas del gobierno fueron legalizar el trabajo intermitente (con lo cual el trabajador solo cobra lo que trabaja estando incluso en relación de dependencia), que es el empleo que más creció en Brasil, y eliminar la contribución obligatoria del 3% que cada trabajador aportaba mensualmente a su sindicato a través de su recibo de sueldo a su sindicato.

La reforma laboral de 2017 en Brasil elimina también la figura del sindicato como mediador, dejando la negociación paritaria en manos del empleador y del empleado, sin posibilidad de judicializar las relaciones laborales.

La contrarreforma laboral española que llevó adelante el PSOE fue presentada el martes, liderada por Lula, comprende que la mejor manera de recuperar algunos derechos laborales y sindicales es con la realización de una mesa tripartita entre sindicatos, empresarios y el gobierno.

Según contó a Télam uno de los asistentes a la conferencia virtual con los españoles, Lula aseguró en su exposición que es necesario crear un marco legal para los trabajadores de aplicaciones digitales como los entregadores en moto o bicicleta, o los choferes de automóviles que trabajan por cuenta propia bajo el régimen de la llamada 'uberización' (por la plataforma Uber).

La intención de Lula de revisar legislación en materia laboral que redujo el peso de los sindicatos y concentró en el trabajador en tanto individuo la negociación de sus condiciones de trabajo ante el empresario fue repudiada por el propio Bolsonaro ("es duro ser patrón en Brasil", suele decir ante auditorios empresarios) y por los precandidatos de derecha confirmados para octubre, el gobernador paulista, Joao Doria, y el exjuez Sérgio Moro.

La convicción de Lula es que, sin alianzas con la derecha moderada o liberal de cuño social, no se podrá tener un número robusto en el Congreso para lanzar esas contrarreformas en materia laboral.