lucha contra la droga
México: López Obrador dijo que "no pueden haber agentes extranjeros en nuestro país"
Estados Unidos imputó el viernes pasado a "Los Chapitos", como se conoce a los hijos del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, por tráfico de fentanilo. El presidente acusó a la DEA de infiltrarse sin autorización en el Cártel de Sinaloa
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó este lunes a la agencia antidroga estadounidense (DEA) de infiltrar al Cártel de Sinaloa sin autorización de las autoridades mexicanas. Estados Unidos imputó el viernes pasado a "Los Chapitos", como se conoce a los hijos del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, por tráfico de fentanilo, y a proveedores chinos de precursores químicos necesarios para fabricar este opiode que causa estragos en el país. Para cumplir ese objetivo, tres agentes de la DEA se infilitraron en la poderosa organización criminal en el último año y medio.
"Intromisión abusiva y prepotente"
Consultado sobre el anuncio del Departamento de Justicia de EE.UU. de los cargos contra los cabecillas del Cártel de Sinaloa, López Obrador aseguró que la DEA inició la investigación en México sin informar al gobierno. "No pueden haber agentes extranjeros en nuestro país, no. Podemos compartir información, pero son los elementos del Ejército mexicano, de la Marina, de los Guardia Nacional, los que pueden intervenir, la Fiscalía General de la República", expresó el mandatario en su rueda de prensa diaria.
"Esa acción es una intromisión abusiva, prepotente, que no debe de aceptarse bajo ningún motivo. ¿Cómo van a estar espiando? ¿Que no hasta bajaron un globo de China?", disparó AMLO, quien también acusó a Estados Unidos de inmiscuirse en la seguridad interna de México por la revelación de las filtraciones del Pentágono en un chat de Discord, que evidencian los roces entre la secretaría de Defensa (Sedena) y la Marina de México (Semar).
Los documentos que presuntamente filtró el joven Jack Teixeira afirman que el titular de la Semar, José Rafael Ojeda, "instruyó a los oficiales de la Marina para que limitaran la cooperación con Sedena" ante su frustración por la reforma del gobierno que otorgó al Ejército el control del espacio aéreo en marzo pasado. "No se puede estar utilizando actos de espionaje, además, para saber qué están haciendo nuestras instituciones de seguridad y, además, con la arrogancia de filtrar la información al Washington Post", comentó al respecto López Obrador.
"Cooperación sí, sometimiento no"
El líder de izquierda insistió, refiriéndose a la guerra contra el narcotráfico, con que "ya no es el tiempo de (el expresidente) Felipe Calderón de que se definan los programas en Estados Unidos, y México se sumaba y éramos como los policías del gobierno de Estados Unidos y se aplicaban los programas, que por cierto nunca funcionaron". Aunque Washington señaló el viernes pasado al Cártel de Sinaloa de liderar "la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo", López Obrador reiteró que en el país no se produce esa droga.
"Esa es su visión de ellos, la respetamos. Nosotros hemos sostenido, primero, que en México no se produce el fentanilo, que se importa de Asia y que llega a México, que llega a Estados Unidos y llega a Canadá, de Asia", remarcó. El mandatario mexicano sostuvo que van a cooperar con las autoridades de Estados Unidos "por amistad", aunque volvió a criticar que en ese país no se atiendan las causas porque "va a desaparecer el fentanilo pero pueden surgir otras drogas".
El presidente de México señaló que es importante enfrentar el problema del consumo de drogas en Estados Unidos, especialmente en lo que se refiere al consumo de fentanilo que está causando la pérdida de vidas de muchos estadounidenses, pero aclaró que esto será solo un tema de cooperación. "Cooperación sí, sometimiento no. Porque México es un país libre, independiente y soberano, afortunadamente eso ya lo están entendiendo cada vez más en el gobierno de Estados Unidos, de manera especial el presidente (Joe) Biden, que ha actuado con mucho respeto", afirmó López Obrador.
EE.UU. contra "Los Chapitos"
El viernes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció cargos en tres distritos federales contra los hijos del Chapo Guzmán. Los acusó de usar presuntamente aviones de carga, aeronaves privadas, submarinos y otras embarcaciones, colectivos o vagones de tren para transportar drogas y precursores químicos.
"El Departamento de Justicia ataca todos los aspectos de las operaciones del cártel" de Sinaloa, informó el fiscal general Merrick Garland en una rueda de prensa en la que dio cuenta de medidas contra la "la mayor, la más violenta y la más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo".
Los cargos se hicieron públicos el viernes en el Distrito Sur de Nueva York contra 28 acusados, entre miembros del Cártel de Sinaloa, proveedores en China de precursores químicos, un intermediario con sede en Guatemala que compra estas sustancias en nombre del cártel, operadores de los laboratorios clandestinos en México donde se fabrica fentanilo, un proveedor de armas y varios implicados en lavado de dinero.
Siete miembros de la red ya fueron detenidos en Colombia, Grecia, Guatemala y Estados Unidos, afirmó en rueda de prensa la directora de la DEA, Anne Milgram, para quien el Cartel de Sinaloa y Los Chapitos son los principales responsables del fentanilo que "inunda" Estados Unidos.
"Dos de los acusados, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar son líderes del Cartel, junto con Ovidio Guzmán López, imputado por su papel en actividades de fabricación y tráfico para el Cártel", detalló Garland. En otra acusación formal en Nueva York figura el nombre de otro "Chapito", Joaquín Guzmán López, y los cuatro en otra inculpación, esta vez en un tribunal del Distrito Norte de Illinois.
Estados Unidos se enfrenta a una crisis de opioides de efectos devastadores. Desde agosto de 2021 hasta agosto de 2022, 107.735 personas murieron por sobredosis de drogas en el país, dos tercios de ellas por opioides sintéticos, principalmente fentanilo. Entre 2019 y 2021, las sobredosis letales aumentaron en aproximadamente un 94 por ciento en el país, donde unos 196 estadounidenses mueren cada día por intoxicación de fentanilo.