DEPORTACIONES

Migrantes atraviesan México en caravanas para llegar a EE. UU. antes de que asuma Trump

Cientos de miles de migrantes de diferentes países avanzan en caravanas por México en busca de un futuro mejor en los Estados Unidos, temerosos de las políticas migratorias del presidente electo Donald Trump. La violencia y la inseguridad los impulsan a viajar juntos, buscando protección en su largo y peligroso recorrido.

Las caravanas de migrantes que atraviesan México han aumentado significativamente en los últimos meses, alcanzando una cifra alarmante de 300.000 personas.

Este fenómeno responde a la creciente violencia en los países de origen, como Venezuela, Cuba y naciones centroamericanas, además de la inseguridad en México.

Las familias y los viajeros solitarios avanzan en masa, buscando resguardarse de la violencia que acecha en cada paso del camino. Muchos se agrupan para viajar juntos, dada la alta peligrosidad del trayecto.

Se estima que en los primeros ocho meses de 2024, casi un millón de migrantes indocumentados se desplazaron por México, lo que representa un aumento del 131% con respecto al año anterior. Esta cifra podría superarse en diciembre, según datos oficiales.

El viaje hacia Estados Unidos, uno de los más peligrosos del mundo, no garantiza la seguridad para quienes lo emprenden. Los migrantes que no tienen los medios para pagar a los “coyotes” deben formar parte de las caravanas, un sistema que les permite avanzar en conjunto para protegerse de los constantes abusos, secuestros y extorsiones. Sin embargo, no todos logran cruzar la frontera, y muchos son detenidos y devueltos al sur de México, sin saber qué les depara el futuro.

“La violencia a la que están expuestos les obliga a desplazarse en caravanas como mecanismo de protección. Las caravanas cada vez son más multitudinarias. Si en septiembre y octubre estaban integradas por unos pocos centenares, ahora van miles de personas”, explicó Ricardo Santiago, coordinador de proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la región.

El temor al cambio político en EE. UU. y su impacto en los migrantes

El panorama se torna aún más incierto con el cambio político en Estados Unidos. La victoria de Trump en las elecciones de noviembre ha generado un clima de desesperación entre los migrantes que temen ser deportados de manera masiva. Con la promesa de deportaciones más amplias y el fin de programas como el Parole Humanitario, millones de personas se sienten en riesgo, especialmente aquellas que viven en el país sin documentos o con permisos precarios.

Se calcula que alrededor de 19 millones de migrantes están en riesgo, y muchos intentan llegar a la frontera antes del 20 de enero, fecha en que Trump asumirá oficialmente la presidencia. Sin embargo, el cruce de la frontera no garantiza un futuro seguro, y la incertidumbre crece a medida que se acercan a su destino.

En medio de esta crisis, las organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras (MSF) desempeñan un papel crucial. Con clínicas móviles que ofrecen atención médica y psicológica, MSF está ayudando a los migrantes que sufren enfermedades físicas y mentales a lo largo del trayecto. Según la psicóloga Mariana Pizziotello, quien trabaja con MSF en el sur de México, los migrantes enfrentan un estrés constante debido a las experiencias traumáticas que viven, como secuestros, extorsiones y abusos sexuales.