ESTADOS UNIDOS

Muere un niño tras ser infectado por una ameba “comecerebros"

Fue en Florida, Estados Unidos. El parásito ingresó por la nariz de la víctima y le causó un daño irreparable en los tejidos.

Estados Unidos lamenta una nueva víctima de la temible ameba “comecerebros". En esta ocasión, se trata de un nene de 13 años llamado Tanner Wall que nadaba en un lago de Florida cuando el parásito ingresó por su nariz. Desde entonces, su salud empeoró rápidamente a raíz del daño que le produjo el microorganismo, el cual derivó en el fatal desenlace esta semana en un hospital local.

Tras entrar al cuerpo del adolescente, el “asesino invisible” se alojó en su cerebro y poco a poco comenzó a destruir los tejidos. Fue así como Tanner, que era absolutamente sano, empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza, mareos y vómitos, y su salud desmejoró en cuestión de días.

Según medios internacionales, la infección se produjo en un lago de agua dulce ubicado al norte del Estado, donde la ameba conocida como Naegleria fowleri ingresó por la nariz del joven a través del agua.

En diálogo con News4Jax, la madre del chico, Alicia Whitehill, contó que su hijo estuvo en el lago días antes de que su salud se debilitara. También dijo que había un grupo de al menos cincuenta personas en el lugar, pero que solo Tanner fue afectado por la bacteria.

Con la intención de evitar que se produzcan nuevas infecciones, advirtió que el parásito habita depósitos de agua dulce y tibia como estanques, canales e incluso ríos, y que ingresa al organismo a través de las fosas nasales.

Sobre el caso de su hijo, detalló: “Nadó el viernes en el lago con más de cincuenta chicos, incluidas nuestras hijas. Mi marido también estaba ahí, pero nadie más contrajo el microorganismo”. Además, insistió que el nene era muy sano y activo, por lo que les llamó la atención a ella y a su esposo cuando, dos días más tarde, comenzó con los síntomas.

Al notar el rápido agravamiento del cuadro, los padres de Tanner lo llevaron al Centro Médico Comunitario de Putnam, donde le diagnosticaron faringitis estreptocócica. Sin embargo, no mejoró y lo trasladaron a un centro de salud de mayor complejidad en Gainesville, donde fue conectado a un respirador.

De acuerdo con el papá del adolescente, Travis Wall, los médicos del sanatorio descubrieron la verdadera afección que padecía y se lo hicieron saber a él y a su mujer sin rodeos. “Lamentamos decirles esto, pero su hijo no tiene meningitis bacteriana, tiene la ameba parasitaria y no hay cura”, les explicaron. Días más tarde, Tanner dejó de mostrar signos de actividad cerebral y la familia aceptó que lo desconectaran.

Tras lo ocurrido, los padres de Tanner comenzaron una campaña para generar consciencia sobre esta rara infección y exigir que se coloquen en los lagos de agua tibia carteles que adviertan a los nadadores sobre la posible presencia de la ameba.