había tres extranjeros
Myanmar: los Militares liberaron a casi 6.000 presos
El sábado pasado Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, exigió a los militares reiniciar "inmediatamente" la transición democrática. Desde todo el mundo, organizaciones de derechos humanos habían reclamado la integridad de los presos políticos en la ex Birmania.
La junta militar de Myanmar anunció hoy la liberación de casi 6.000 presos, entre los que se encuentran una exembajadora británica, un asesor australiano del derrocado Gobierno de la líder Aung San Suu Kyi y un periodista japonés. Los tres extranjeros "fueron indultados y deportados", informó la Junta en un comunicado, y más tarde tomaron un avión rumbo a Tailandia.
La exdiplomática Vicky Bowman, el asesor económico australiano Sean Turnell y el periodista japonés Toru Kubota fueron puestos en libertad "con motivo de la fiesta nacional", que se celebra hoy, agregó la nota.
Tres colectivos que transportaban a los presos indultados salieron de la prisión de Insein, en la ciudad de Rangún, y pasaron por delante de una multitud de 200 personas.
Una mujer, que no quiso revelar su identidad por miedo a las represalias, estaba esperando a su marido, que había cumplido la mitad de su condena de tres años de prisión por fomentar la disidencia contra el ejército. "Antes era partidario del USDP [el partido respaldado por el ejército]. Después del golpe, se unió a las protestas" expresó
"En total, 5.774 presos, entre ellos unas 600 mujeres, serán liberados", dijo un funcionario del régimen, sin más explicación.
Las detenciones
Luego del Golpe de Estado del 1 de Febrero de 2021, miles de personas fueron encarceladas, poniendo así fin a una década de transiciones democráticas.
La líder Suu Kyi fue condenada a puerta cerrada por el tribunal de la junta militar en octubre pasado a otros seis años de cárcel por corrupción y otros cargos, lo que elevó a 26 años la pena de prisión que enfrenta la Nobel de la Paz.
Las organizaciones de derechos humanos condenan las políticas de una junta acusada de sumir al país en un sangriento conflicto desde el golpe de Estado. Según una ONG local, más de 2.300 civiles murieron a manos de las fuerzas de seguridad desde el golpe de Estado.
La Junta culpa por su parte a la oposición armada de la muerte de más de 3.900 civiles.