Península de las Coreas
No cede la tensión en la península coreana: Corea del Norte lanzó otro misil balístico
El Estado Mayor de Seúl informó un nuevo disparo de corto alcance desde Pyongyang del Sur hacia el mar del Japón, sin dar más detalles sobre el tipo de proyectil o la trayectoria. Las provocaciones de un lado y otro no cesan, entre dos países que aún están técnicamente en guerra
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur "detectó un misil balístico de corto alcance lanzado por Corea del Norte desde Sukchon, en la provincia de Pyongyang del Sur, hacia las 15.31", señala la declaración, que lo califica como una "provocación".
Esta denuncia se produce en medio de un repunte de las tensiones en la zona durante las últimas semanas, informó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
El Ejército surcoreano señaló además que el misil disparado la semana pasada por Pyongyang que sobrevoló la frontera marítima era uno del tipo SA-5, similar a uno empleado por Rusia en el marco de la guerra en Ucrania, tras el análisis de los restos localizados en la zona.
Los restos del misil presentaban letras en cirílico, un sistema de escritura que se usa en ruso y otras lenguas eslavas. De esta manera, sugirieron que Pyongyang pudo haber ensamblado piezas importadas y desarrolladas durante la era de la Unión Soviética, aunque recalcó que "no es posible confirmar si el misil es de fabricación rusa".
El Ministerio de Defensa surcoreano condeno el lanzamiento e hizo hincapié en que Seúl "no tolerará ninguna provocación norcoreana que suponga una amenaza a la vida y la seguridad de los ciudadanos" y que "hará frente con las aplastantes capacidades con las que cuenta, a partir de la alianza entre Seúl y Washington", luego de que Corea del Norte lanzara durante las últimas semanas decenas de misiles y proyectiles hacia el mar de Japón.
Para Park Won-gon, profesor de la universidad Ewha de Seúl, “desde el 25 de septiembre, Corea del Norte ha utilizado mucho dinero para aumentar constantemente la tensión, por lo que debe mantenerla".
La respuesta
Los disparos fueron la respuesta a las maniobras militares conjuntas de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Corea del Sur, denominada "Tormenta Vigilante", la más grande realizada hasta ahora, con cientos de aeronaves volando la zona. Estas maniobras además pusieron en acción algunos de los aviones de combate más modernos de Estados Unidos y Corea del Sur, incluyendo los caza furtivos F-35.
Pyongyang intensificó sus lanzamientos de misiles en respuesta a estos ejercicios, que las considera un ensayo para una invasión de su territorio.
En septiembre, Corea del Norte había revisado su doctrina nuclear para permitirse realizar ataques preventivos en caso de amenaza contra el régimen de Kim Jong Un. Si el "sistema de comando y control" nuclear de Corea del Norte está "en peligro de un ataque de fuerzas hostiles, se lanzará un ataque nuclear de forma automática e inmediata", indica la nueva doctrina.
Seúl y Washington advirtieron que Corea del Norte podría realizar próximamente una prueba nuclear, que sería la séptima de su historia y la primera desde 2017.