Nueva York: tras otro día de protestas pacíficas levantan el toque de queda

Nueva York anunció este domingo el fin del toque de queda impuesto cada noche desde el lunes pasado, tras una nueva jornada de masivas protestas pacíficas contra el racismo y la violencia policial por el asesinato del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco el 25 de mayo en Minneapolis.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, publicó hoy en su cuenta personal de Twitter que el toque de queda se levanta "de inmediato", tras una noche más de protestas pacíficas.

"Ayer y anoche vimos lo mejor de nuestra ciudad", mencionó el alcalde neoyorquino, quien en los últimos días estaba siendo presionado por otros cargos demócratas de la ciudad para que pusiese fin a la medida.

El toque de queda que entró en vigor el lunes pasado tras varias noches de disturbios y saqueos en medio de las protestas contra la violencia policial y que comenzaba a las 20 horas, fue el primero en la Gran Manzana en casi 80 años.

Para los críticos, la medida solo criminalizaba las protestas y llevaba a choques innecesarios entre la policía y los manifestantes.

De Blasio había anunciado que la medida continuaría al menos hasta hoy, por lo que su decisión adelanta su final en un día.

Anoche, algunos manifestantes desafiaron el toque de queda pero a diferencia de otras noches, la policía no intervino y permitió que las marchas continuasen.

Según medios locales, la jornada se saldó con unos 80 arrestos, tras los 40 de la víspera, y muy lejos de los más de 700 que llegó a haber el lunes.

"Mañana damos el primer gran paso para reiniciar. Mantente a salvo. Sigan cuidando el uno al otro", culminó De Blasio en su mensaje en referencia a que la ciudad iniciará este lunes su primera fase de reapertura de la cuarentena para combatir la pandemia del coronavirus, que dejó casi 22.000 muertos en Nueva York.

A partir de mañana, la ciudad retomará las actividades de la construcción, la industria y comercios minoristas en los que estará prohibido el ingreso.

Las autoridades calculan que podrían volver a trabajar un total de 400.000 personas.