ARTE EN DISPUTA

Nuevas tensiones entre Grecia y Reino Unido por el Partenón

El aumento de tensiones entre ambos países por la repatriación de frisos y esculturas del Partenón, se amplía y otras naciones también reclaman la devolución de valiosas piezas de arte.

El aumento de tensiones entre el Reino Unido y Grecia por la repatriación de frisos y esculturas del Partenón, conocidas también como los Mármoles de Elgin, que se exhiben en el Museo Británico, da cuenta de una problemática más amplia, debido a que otras naciones también reclaman la devolución de valiosas piezas de arte que se encuentran en museos de ese país europeo.

En medio de las negociaciones en curso, queda claro que Grecia no está sola en su empeño por la restitución de tesoros culturales. Desde la chilena Isla de Pascua hasta Egipto y Etiopía, diversas naciones han planteado demandas de repatriación de piezas históricas, destacando la necesidad de abordar la devolución de manera más amplia.

Esta semana resurgió la controversia con Grecia, que ha persistido en su reclamo de las 17 esculturas retiradas del Partenón hace dos siglos, alegando que fueron "saqueadas" durante la ocupación otomana, entre 1799 y 1803, cuando Grecia estaba bajo el dominio del imperio británico.

La cancelación de una reunión entre el primer ministro británico Rishi Sunak y su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, exacerbó la situación, mientras el Gobierno británico explora vías legales para bloquear cualquier exportación de las esculturas.

Londres sostiene que el embajador británico de Imperio Otomano, Lord Elgin, adquirió legalmente, en medio de escombros, las esculturas en 1802 y las vendió al Museo Británico, mientras que Grecia alega -a partir de estudios científicos- que fueron extraídas con sierras a pedido de Elgin.

Se trata de 15 metopas, 17 esculturas y 75 de los 160 metros de largo del friso original, en mármol, con 2500 años de antigüedad en disputa, que decoraban el templo dedicado a la diosa Atenea, el Partenón, en la Acrópolis de Atenas construida entre el 450–430 antes de nuestra era.

Esas piezas actualmente se exhiben en la sala 18 del museo londinense que las expone desde 1817, luego de su adquisición en 1816, por aprobación del Parlamento de los fondos necesarios. En la actualidad se conservan en esta institución en virtud de la Ley del Museo Británico de 1963.

El largo recorrido diplomático para la recuperación del patrimonio griego comenzó formalmente en octubre de 1983 con el pedido de Grecia al Gobierno británico, a partir del apoyo de la Unesco en 1982, pero fue rechazado por el Reino Unido en abril de 1984 y en enero de 2022.

La posición del Gobierno británico se asienta en que "las cuestiones relativas a la propiedad y la gestión de las esculturas del Partenón son competencia de los administradores del Museo Británico", según detalla el informe del Parlamento y es algo que se replica en las respuestas actuales.

"Los Mármoles de Elgin deben permanecer en la colección permanente del Museo Británico", declaró por estos días un vocero del Gobierno británico, enfatizando que no hay intenciones de facilitar la devolución de estas piezas históricas.

"Estoy profundamente decepcionado por la abrupta cancelación de la reunión con Sunak en Londres", expresó este martes el primer ministro de Grecia, mientras Mark Harper, ministro de Transporte, confirmó que se ofreció una reunión con el viceprimer ministro Oliver Dowden como alternativa, que Mitsotakis rechazó.

También se pronunció sobre la situación el ministro del Gabinete griego, Adonis Georgiadis, quien en declaraciones al programa World at One de BBC Radio 4, dijo que la disputa era un "mal día" para las relaciones entre Gran Bretaña y Grecia y que la decisión de Sunak había sido un "error".

En la misma línea, el vocero del Gobierno griego, Pavlos Marinakis, dijo que "la actitud de Gran Bretaña no muestra ningún respeto por el primer ministro y nuestro país".

A su vez, Lord Vaizey, presidente del consejo asesor del Proyecto Partenón, que aboga por devolver los esculturas de Elgin a Grecia, expresó su sorpresa por la cancelación de la reunión por parte del primer ministro.

Según Vaizey, esta situación está relacionada con las controversias culturales, por las cuales cuestionar la perfección de la historia británica se percibe como antipatriótico.

A pesar de ello, Vaizey destacó en el programa Today de la BBC, que las encuestas de opinión indican que la mayoría del público británico está a favor de devolver las esculturas.