Sanciones
Petróleo y bancos: los objetivos de la próxima ronda de sanciones de la UE contra Rusia
Ursula von der Leyen adelanta que las sanciones planeadas incluirían al banco más grande de Rusia, Sberbank, que ya ha sido castigado por EE UU y el Reino Unido.
Europa estrecha el cerco sobre la economía rusa. La Unión Europea prepara una nueva ronda de castigos en respuesta a la invasión de Moscú sobre Ucrania, que tendrá como objetivo el petróleo y los bancos, en particular Sberbank, la entidad financiera más grande de Rusia.
“Estamos mirando más allá del sector bancario, especialmente Sberbank, que representa el 37% del sector bancario ruso”, ha adelantado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en declaraciones al periódico alemán Bild am Sonntag. “Y, por supuesto, hay problemas de energía”, ha subrayado la jefa del Ejecutivo comunitario.
SBERBANK, CANAL DE PAGO DE LA UE
Sberbank ya ha sido castigado por Estados Unidos y el Reino Unido, pero hasta ahora Europa había evitado aprobar sanciones contra el banco, que junto con Gazprombank es uno de los principales canales de pago del petróleo y el gas rusos, que los países del bloque comunitario han seguido comprando pese al conflicto en Ucrania.
En ese sentido, Von der Leyen ha explicado que la UE está trabajando actualmente en “mecanismos inteligentes” para que el petróleo también pueda ser incluido en las próximas sanciones. “La principal prioridad es reducir los ingresos de Putin”, ha insistido.
SANCIONES APROBADAS
Hasta ahora, la Unión Europea ha aprobado cuatro paquetes de sanciones contra Rusia debido a la invasión de Ucrania, que se suman a las que existían desde 2014 en respuesta a la anexión ilegal de Crimea por parte del Kremlin. Los Veintisiete han bloqueado las reservas internacionales del Banco Central de Rusia; han impuesto algunas sanciones al sector energético ruso, que es su principal motor económico, como prohibir la exportación a Rusia tecnología para el refinado de petróleo, y del sector energético en general, con la excepción de la industria nuclear, detalla El País.
Se ha restringido la inversión en entidades rusas, así como la actividad de empresas europeas en las regiones separatistas del Donbás. El 23 de febrero, horas antes de Putin lanzara un mensaje reconociendo la independencia de Donetsk y Lugansk, la Unión Europea había reactivado su política de sanciones a personas ligadas a Rusia, entre ellas los 351 miembros de la Duma, el Parlamento ruso; y otras 877 personas y a 62 entidades asociadas: destacados oligarcas rusos, miembros de las élites próximas al Kremlin, empresarios de sectores económicos, militares, compañías dedicadas a la aviación, fabricantes de armas o navieras, entre otras.