ECONOMIA

Por la alta inflación en Estados Unidos, la Fed define una nueva suba de tasas de interés

La Reserva Federal estadounidense avanzará con un aumento que rondaría los 0.75 puntos.

La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) define este miércoles una nueva suba de la tasa de interés, que podría ser de hasta 0,75 puntos básicos, para enfrentar la inflación que alcanzó 8,3% en agosto en ese país. La medida impactará en todos los mercados financieros del mundo y también puede repercutir en la Argentina.

La tasa de referencia de los Estados Unidos es el rendimiento que globalmente se conoce como “libre de riesgo”, dado el historial favorable del Tesoro estadounidense en materia de cumplimiento de sus obligaciones. Es más el indicador de riesgo país mide precisamente la diferencia entre esa tasa y la que pagan las diferentes naciones del mundo para emitir deuda.

Los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania impulsó la suba de los precios, especialmente a aquellos vinculados a la energía, por lo que la inflación se convirtió en una cuestión a resolver para varios organismos del mundo, como el FMI, que en su último informe pidió a los líderes mundiales controlar ese fenómeno.

El cálculo que realizan los analistas en Wall Street es que se subirá la tasa en 0,75 puntos básicos porque el nivel de precios del 8,3% estuvo por encima de las previsiones previas, que arrojaban que estaría en el 8,1%.

A causa de esta situación, las tasas de interés de la FED están experimentado alzas hasta niveles que no se veían desde el 2018, al pasar de 0,25% en enero de 2022 a 2,5% en julio. De esta manera, se espera que la decisión de este miércoles la ubique en un rango entre el 3% y el 3,25%, en línea con el programa que tiene como objetivo de máxima llevarla a 4% hacia fin de año si es que la inflación sigue en escalada.

El impacto de la decisión de la FED en la Argentina

La decisión de subir la tasa de referencia puede impactar sobre los países emergentes y otros como la Argentina porque el objetivo es fortalecer al dólar por sobre el resto de las monedas, de manera que las divisas de economías más frágiles tienden a debilitarse.

También se puede ver un impacto sobre el precio de los commodities, que ya se encuentran golpeados a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, y se profundizará la salida de capitales que se refugian en economías más robustas y se encarecere el valor de los créditos. Cuando la FED sube la tasa se vuelve más caro endeudarse para los países y es más conveniente, para los inversores, posicionarse en bonos de los Estados Unidos.

“El aumento de la tasa de interés provoca una apreciación del dólar por encima del resto de las monedas, lo fortalece. Y un dólar fuerte tiende a debilitar los commodities, materias primas muy demandadas que generan movimientos constantes en transacciones comerciales de compra y venta (productos agrícolas como el maíz, la soja, el trigo, el arroz, la cebada además del petróleo, el gas, y los metales)”, explica Diego Martínez Burzaco, director de Estrategia en la consultora INVIU.

Por su parte, Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma, sumó que “en tanto no tengamos acceso al crédito, en la Argentina en particular, la injerencia en la balanza comercial podría ser mayor, pero el contexto geopolítico marcado por la guerra en Ucrania amortigua el panorama al impulsar al alza los commodities agrícolas y energéticos”.

El objetivo de la FED: bajar la inflación

Si bien en Estados Unidos la suba de precios de agosto mostró una desaceleración respecto al 8,5% de julio, las autoridades consideran que es necesario mantener la dura política de incrementos de tasa.

El presidente norteamericano, Joe Biden, resultó blanco de críticas cuando en una entrevista periodística intentó explicar que la inflación en Estados Unidos estaba encaminada porque entre julio y agosto los precios sólo se habían movido 0,1%.

“La FED tiene y acepta la responsabilidad de la estabilidad de precios. Necesitamos actuar ahora”, declaró hace unas semanas el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell.

En declaraciones previas, Powell ratificó que la entidad que comanda mantiene el objetivo de bajar la inflación al 2% anual, en línea con la cifra prepandemia. Ante una nueva suba de la tasa de interés, Powell deberá admitir un impacto negativo en el crecimiento económico y el consecuente aumento del desempleo.

En el día previo a la decisión de la Fed las acciones en Wall Street se movieron en terreno negativo, descontando una postura agresiva por parte de la entidad. Lo mismo sucedió en las principales plazas europeas, ya que los inversores temen que la suba de la tasa de interés apuntale los riesgos de una recesión.