Guerra ruso-ucraniana
Quienes más sufren la guerra, la población civil
Luego de 5 meses de ocupación, Ucrania recuperó en septiembre los pueblos de Yampil y Zaritchné, en el Donbás, donde los habitantes son mayoría rusoparlantes y siguen sufriendo los violentos enfrentamientos.
Casas destruidas en su totalidad, con el bosque de pinos que bordea Yampil negros o volcados. Esta región, además de ser en su mayoría rusoparlante, son personas mayores quienes la habitan. Para ellos, esta liberación de la zona no es lo que querían
Por ejemplo, y según contó a la AFP Nina Martchenko, habitante de Yampil, a su casa entro un proyectil: "entró por el tejado, atravesó la pared y destruyó la parte superior de la bodega" donde a menudo se refugiaban. Ella, de 72 años, vive allí con su hijo Andriï de 50 años y su nuera Liudmila de 60. El día del ataque estaban en un refugio en casa de un vecino.
Ellos repararon los daños, porque "se nos dijo que no había que esperar a que las autoridades locales lo hicieran", explicó Nina. Comparten 30m2. No pueden sacar dinero del banco pese a los esfuerzos de las autoridades para restaurar los asuntos cotidianos. Recibe pasta y arroz, a veces carne y paté, cuando distribuyen alimentos. No hay electricidad desde abril. Sacan agua de un pozo en el jardín y recogen leña de las casas destruidas. El bosque es demasiado peligroso por las minas. "Seis proyectiles cayeron en el jardín. No eran rusos, eran ucranianos", insistió Andriï. "¡Solo rezo a Dios para que por favor paren la guerra! No quiero nada más", rogó llorando. "No es solo mi opinión. Todos aquí quieren que la guerra termine".
En Zaritchné, tres mujeres y un hombre no dan sus nombres: "No confío en nadie. Todos nos engañan. Rusia nos engaña. Ucrania nos engaña. Todos nos prometieron una montaña de oro. Al final, nos abandonaron... cuando vemos a los militares les pedimos pan. Las autoridades están desaparecidas porque temen los bombardeos".
Un ataque destruyó su casa, donde vivían sus dos nietos, que sobrevivieron. "Fueron los ucranianos quienes dispararon los proyectiles. No tengo miedo de decirlo. No había rusos aquí", dijo, lamentando ya no ver a los niños, que huyeron con sus padres. Hasta el momento, las autoridades no reparan los daños que la guerra causó a los particulares y la mayoría de las obras públicas se aplazaron hasta la próxima primavera.