Récord de muertes de personas sin hogar en la ciudad más grande de Alaska

La mortalidad de las personas sin hogar se agudizó preocupantemente en Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, que ya reporta 49 fallecidos en lo que va del año, cuatro en la última semana. Esta cifra duplica, aún faltando un mes y medio para que termine el 2023, a las 24 muertes del 2022, y se debe principalmente a tres razones.

Por un lado, disminuyó la disponibilidad de refugios. Para alrededor de 900 necesitados por noche de un sitio donde resguardarse, solo hay 524 plazas de albergue. Como posible solución, el alcalde Dave Bronson propuso el 14 de noviembre expandir un refugio de 150 a 200 camas, pero las instalaciones ya no permiten un aumento adicional, según advirtieron los funcionarios de la ciudad.

A esto se suma la falta de priorización a las personas más vulnerables, como adultos mayores o pacientes con condiciones médicas graves que no siempre podían acceder a los limitados cupos. 

Félix Rivera, miembro de la Asamblea de Anchorage que preside el Comité de Vivienda y Personas sin Hogar, hizo énfasis en que la única manera de evitar más muertes es construyendo más viviendas, pero advirtió que “en algún momento nos vamos a quedar sin fondos para poder seguir haciendo este tipo de cosas”.   

Por otra parte, funcionarios de Anchorage confirmaron que el aumento de muertes entre los residentes sin hogar también está relacionado con sobredosis por fentanilo, complicado por el hecho de que muchos se han dispersado tras el cierre de establecimientos que funcionan como refugios de emergencia, como el estadio Sullivan Arena, lo que dificulta la prestación de servicios.    

Finalmente, a estas dos causas hay que sumarle el retorno del clima invernal, el cual conlleva temperaturas bajo cero y una reciente tormenta que dejó más de 60 centímetros de nieve en 48 horas.