Reino Unido

Se agrava la escasez de mano de obra e impacta en el sector de alimentos

Tras el levantamiento de las restricciones, la crisis por la falta de trabajadores golpeó muy fuerte a las cadenas de suministro de los supermercados, los bares y restaurantes como consecuencia de la falta de trabajadores y de transportistas.

  Una "tormenta perfecta" causada por las restricciones de la pandemia y las nuevas normas de inmigración posBrexit está generado una profunda escasez de mano de obra en Reino Unido que afecta a las empresas, principalmente del sector de la alimentación, según advirtieron esta semana los representantes de la industria y está quedando patente en los pasillos de los supermercados y entre los proveedores de restaurantes.

Hace apenas un par de semanas, McDonald 's se quedó sin licuados de frutas, la cadena de comida rápida Nando's cerró algunos de sus restaurantes por falta de pollo, la cerveza escasea en los emblemáticos pubs ingleses y los chefs son los más buscados en el sector gastronómico.

Tras el levantamiento de las restricciones, la crisis por la falta de trabajadores golpeó muy fuerte a las cadenas de suministro de los supermercados, los bares y restaurantes como consecuencia de la falta de trabajadores y de transportistas. Y el sector de la alimentación estima que para los próximos meses el desabastecimiento se agravará.  

  En Reino Unido, muchos trabajadores extranjeros se marcharon durante la pandemia, lo que afectó a sectores como el gastronómico, la logística y la producción de alimentos, mientras que las nuevas normas de inmigración impuestas tras la salida de la Unión Europea (UE) hacen más compleja la sustitución de los que se fueron.

El 31 de diciembre de 2020 se puso fin a la libre circulación entre Reino Unido y la UE, y el 1 de enero de 2021 el Gobierno británico de Boris Johnson puso en práctica un sistema migratorio por puntos que da prioridad a las habilidades y al talento, en vez de al lugar de procedencia de una persona.

El plan del Gobierno británico pretende que los empresarios y empleadores del país "dejen de depender" de la mano de obra barata de Europa e inviertan en la capacitación de su propio personal.  

  Pero según Tony Danker, director General de la Confederación Británica de la Industria (CBI), una central que representa a 190.000 empresas del Reino Unido, aunque las empresas sabían que la libre circulación de la mano de obra entre Reino Unido y la UE terminaría con el Brexit, la necesidad de hacer frente a la pandemia dominó su capacidad de prepararse para el cambio.

Aseguró que apenas dos meses antes de que se publicaran las nuevas normas de inmigración en octubre, sólo el 8% de las empresas dijo que entendía y estaba preparado para el nuevo sistema de inmigración.

En ese sentido, las empresas manifestaron a la CBI que la pandemia irrumpió en su capacidad de adaptación a las nuevas normas de inmigración y envió a los trabajadores de la UE a sus países de origen para estar más cerca de sus familias.  

  Las autoridades le propusieron a las empresas que contrataran a trabajadores británicos en su lugar, pero las empresas creen que tardarán más de dos años en formar a todos los nuevos trabajadores que necesitan.

Desde la Federación de Distribuidores Mayoristas, sostienen que en toda la cadena de suministro de alimentos y bebidas hay hasta 500.000 vacantes disponibles.

Según Danker, los problemas de oferta de mano de obra podrían durar hasta dos años y no se resolverán con el Plan de Retención de Empleo del Gobierno. Además, consideró que la escasez ya está afectando las operaciones comerciales y tendrá un impacto negativo en la recuperación económica del Reino Unido.

Asimismo, para el titular de la central industrial, la crisis laboral va más allá de la falta de choferes de camiones que generan desabastecimiento en los supermercados y restaurantes.

"La ambición del Gobierno de que la economía del Reino Unido se vuelva más cualificada y productiva es correcta. Pero dar a entender que esto se puede lograr de la noche a la mañana es simplemente incorrecto. Y la negativa a implementar intervenciones temporales y específicas para permitir la recuperación económica es contraproducente", afirmó.  

  "La CBI ha escuchado a empresas que reducen activamente la capacidad porque no pueden satisfacer la demanda, como los hoteleros que limitan el número de habitaciones que se pueden reservar porque no tienen suficiente personal de limpieza y no pueden lavar la ropa de cama. Mientras tanto, algunos propietarios de restaurantes han tenido que elegir entre los servicios de la hora del almuerzo y de la noche cuando intentan aprovechar al máximo el verano", relató.

En ese sentido el líder empresarial instó al Gobierno a agregar en la lista de ocupaciones que se necesitan de forma inmediata a choferes, soldadores, carniceros y albañiles.

"Necesitamos soluciones a corto plazo para impulsar la recuperación y reformas a largo plazo para cambiar nuestro modelo económico", concluyó.