Estados Unidos

Se duplicaron los casos de menores de edad con la variante Delta de coronavirus

En un mes se registraron 23.550 nuevos casos en menores de edad.

Estar inmunizado pasó a ser la principal y más eficiente estrategia en la lucha contra el covid en el mundo. Si bien es sabido -con base científica- que las vacunas no previenen el contagio, sí reducen significativamente la gravedad del SARS-CoV-2, evitando las posibles hospitalizaciones y muertes como consecuencia de la enfermedad y la mutación del virus.

Sin dudas, Estados Unidos es uno de los países que más avanzado va en el plan de vacunación contra el covid ya que, además de ser productores de vacunas, tienen pleno acceso a las mismas. No obstante, afrontan un nuevo problema: segmentos de la población, por miedo y desconfianza, rehúsan inocularse y la variante Delta aprovecha ese campo libre para propagarse y volverse más resistente.

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) informó esta semana la existencia de 23.550 nuevos casos de covid en menores de edad en julio, casi el doble de lo que se registró en ese país a fines de junio. Lo revelador es que todos se infectaron con la variante Delta.

De acuerdo con las autoridades sanitarias estadounidenses, todos los afectados tienen menos de 14 años y pertenecen, en su gran mayoría, a estados donde la gente no está completamente inoculada. Entonces, ¿cómo y por qué la variante Delta ataca a los más jóvenes? Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical en el Baylor College of Medicine, explicó: “Tantas personas e individuos no vacunados están contagiándose con la variante Delta y los niños están siendo arrastrados con ella. Creo que esto hará las cosas muy difíciles a medida que comienza el año escolar”.

Si bien desde la AAP aclararon que la enfermedad grave sigue siendo poco común entre los menores de edad, con el aumento de infecciones en adultos no vacunados, la variante Delta podría significar un problema para los más jóvenes, ya que aún no están inmunizados.

Los datos arrojados por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) confirmaron que el porcentaje de casos nuevos de COVID-19 provocados por la variante Delta es superior al 83% en las zonas del país con tasas de vacunación menores.

Para entender por qué los menores de edad son ahora -un año y medio después del comienzo de la pandemia-, el segmento poblacional más vulnerable en los países avanzados es preciso comprender cómo actúa y se comporta el virus. Los virus, a pesar de ser tan pequeños que requieren de un microscopio para ser vistos, saben adaptarse, esquivar ataques y hasta cambiar (mutar) muchas de sus características, lo cual lo pueden volver agentes mucho más agresivos o, por el contrario, casi inofensivos. Lo más preciado para el virus es asegurar su subsistencia y replicación (perpetuarse), a través de la propagación en personas desprotegidas.

Los virus utilizan una proteína llamada Spike (espícula) como “llave” para ingresar a la célula humana y buscan organismos indefensos o desprotegidos para replicarse más rápidamente, aumentando la carga viral. De esa manera, se vuelven más resistentes y contagiosos, como sucede con la variante Delta.

Si bien en Estados Unidos aún no se habilitó ninguna vacuna anticovid para los menores de 12 años, las compañías farmacéuticas Pfizer y Moderna están realizando ensayos clínicos para no demorar la inmunización.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y asesor de covid en la Casa Blanca, aseguró: “Es muy probable que los datos de las vacunas de COVID-19 en niños menores de 12 años estén disponibles a fines del otoño o principios del invierno (de los EE.UU.)”, pero aclaró que “esa será una decisión regulatoria que tendrá que tomar la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA)”.

Desde Pfizer, le dijeron a CNN que los resultados de los estudios de sus vacunas en niños de entre 5 y 11 años podrían estar listos para septiembre, por lo que podrían pedirle a la FDA la autorización de uso de emergencia. En tanto, para los bebés e infantes (de entre 6 meses y 2 años), las conclusiones estarían listas para octubre o noviembre.

“Creo que es de vital importancia que nuestras escuelas estén abiertas para el aprendizaje presencial completo en el otoño”, sostuvo Walensky, y consideró que lo “más importante que los estadounidenses pueden hacer para ayudar es vacunarse”.

Respecto al aumento de infecciones por covid en menores, Walensky concluyó: “Lo mejor sería vacunar a todos los que puedan ser vacunados. Rodear a los niños no vacunados que aún no son elegibles con personas que estén vacunadas para protegerlos”. Según los CDC, de aproximadamente 25 millones de menores de entre 12 y 17 años en Estados Unidos, unos 8,9 millones han iniciado su esquema de vacunación.