Reforma

Si el referendo lo convalida, el voto será obligatorio en Chile

Así lo aprobó el pleno de la Convención Constitucional, por lo que la iniciativa será incorporada al borrador de la nueva carta magna. Actualmente el voto en Chile es voluntario y concurre aproximadamente el 50% del padrón electoral.

El voto será obligatorio en Chile para las y los ciudadanos mayores de 18 años y optativo para adolescentes mayores de 16 y menores de 18, si finalmente un referendo apoya la decisión adoptada anoche por el pleno de la Convención Constitucional, que aprobó la norma con los dos tercios de los votos necesarios para dejarla firme.

La norma obtuvo 103 votos a favor, 31 en contra y 18 abstenciones, es decir, tuvo el apoyo justo para alcanzar los dos tercios, por lo que el párrafo quedó en el borrador de la nueva Constitución.

El texto aprobado dice que “todas las personas que tengan la nacionalidad chilena serán ciudadanas y ciudadanos de Chile”, y que “serán ciudadanas y ciudadanos las personas extranjeras avecindadas en Chile por al menos cinco años”.

Añade que “el sufragio será personal, igualitario, secreto y obligatorio”, pero no para “las y los chilenos que vivan en el extranjero y para las y los mayores de 16 y menores de 18 años”.

Actualmente el voto en Chile es voluntario y concurre aproximadamente el 50% del padrón electoral.

Más temprano, el pleno también despachó al borrador de la nueva Constitución una propuesta para que la ciudadanía pueda presentar sus propios proyectos, así como derogar otras leyes, en una normativa que se refiere a la “iniciativa popular de ley”. Esta decreta que un grupo de ciudadanos habilitados para sufragar –equivalente al tres por ciento del último padrón electoral– tendrá la potestad de plantear un proyecto para su tramitación legislativa.

La propuesta estará 180 días disponible para ser conocida por la ciudadanía y así poder reunir los patrocinios exigidos desde que se registre en el Servicio Electoral de Chile (Servel).

En caso de que reúna el apoyo requerido, el Servel enviará la propuesta al Congreso para iniciar el proceso de formación de ley.

Estas iniciativas se podrán materializar después de la entrega del borrador de la nueva Constitución, fijado con plazo al 4 de julio, que posteriormente tendrá que ser aprobado en un plebiscito programado para el 4 de septiembre de este año.

Si es aprobado, el texto dejará finalmente atrás la actual Constitución, redactada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1999).