PATENTES DE VACUNAS
Sigue el debate mundial por la liberación de patentes
Se realizó una reunión de la Organización Mundial del Comercio en donde 110 países apoyaron la iniciativa, mientras que la Unión Europea planteó poner precios más bajos.
En el marco de una reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), volvieron a surgir diferencias entre los países que apoyan la liberación de las patentes de las vacunas y los que se niegan, aunque acordaron seguir debatiendo el tema en los próximos encuentros.
Así, hay más de 110 países (incluida la Argentina) que pide liberar las patentes de los fármacos por el plazo mínimo de tres años para poder dar batalla al virus y que las vacunas lleguen a todo el mundo, una propuesta impulsada por India y Sudáfrica.
En oposición, la Unión Europea (apoyada también por el Reino Unido y Suecia) propuso llegar a un acuerdo multilateral que incluya “precios accesibles” de las vacunas a los países que más lo necesiten y facilitar “el uso de licencias obligatorias”, lo que permitiría que más laboratorios desarrollaran vacunas, pero pagando un canon a los creadores.
En ese sentido, la diferencia que implicaría la propuesta europea con la situación actual es la posibilidad de prescindir cualquier tipo de negociación con los laboratorios para fabricar sus productos patentados, al entender que “la pandemia es una emergencia y ese requisito puede ser exceptuado”.
En el cónclave se dieron fuertes debates alrededor del tema, dado que hay una exigencia global por poder poner fin a la pandemia, pero hay muchos países que no pueden acceder a la compra de vacunas y solo han recibido algunas pocas dosis producto de donaciones o a través de las gestiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por eso, desde la OMC se acordó hacer encuentros semanales informales desde el 30 de junio para poder ir acortando las diferencias y en la previa del Consejo General de la OMC, que se reunirá el 27 y 28 de julio.
Allí, las decisiones en el organismo se toman por consenso, y para eso se necesita que sus 164 miembros se pongan de acuerdo, hecho que parece muy difícil de poder alcanzar, dado que las propuestas son muy diferentes y los intereses de los Estados tienen serias distancias.
En tanto, hay un grupo de países (como por ejemplo, Chile) que conforman un tercer sector y propusieron que los debates en torno a esta discusión se profundicen para poder llegar a una decisión de consenso.