EEUU

Su madre la engañó y la medicó durante años: para vengarse, ella le pidió a su novio que la matara

Gypsy Rose Blanchard, de 32 años, recibió libertad condicional tras permanecer en la cárcel durante 7 años. A su novio, el principal responsable del crimen, lo condenaron a cadena perpetua.

Un caso que conmovió a Estados Unidos hace algunos años, volvió a salir a la luz durante las últimas horas tras la liberación de Gypsy Rose Blanchard, que estaba en prisión por haber asesinado a su madre a puñaladas junto a su novio. La mujer asesinada le mintió a su hija durante años: le dijo que tenía una enfermedad y la obligó a tomar medicamentos.

La víctima, llamada Claudine “Dee Dee” Blanchard, fue asesinada en 2015. Su hija convenció a su novio de matarla cuando se enteró del engaño de su madre. Su madre le mintió desde que ella tenía 7 años. Con el argumento de que tenía distrofia muscular y la obligó a usar silla de ruedas a pesar de que la pequeña podía caminar sin problemas.

Durante muchos años, Gypsy vivió un calvario porque su madre la mantuvo prisionera. Además, de la distrofía la madre le dijo tenía leucemia, la hizo alimentarse a través de sondas y la rapó para hacer más verosímil su “enfermedad”.

El fin de la mentira

El engaño de Claudine llegó a tal extremo que hasta engañó a familiares y a amigos, para recaudar plata. Incluso, logró mentirles a los médicos: les dijo que los registros de la enfermedad de su hija se habían perdido en el huracán Katrina. Cuando un profesional comenzaba a hacerle muchas preguntas, ella cambiaba de especialista.

La razón de la conducta de su madre es que ella padecía el síndrome de Munchausen, un trastorno psicológico que consiste en decir que alguien presenta signos y síntomas de enfermedad con la intención de engañar a otras personas.

A sus 24 años, Gypsy Blanchard decidió vengarse: le dio el cuchillo a su novio, Nicholas Godejohn, se escondió en el baño y él la apuñaló. El cuerpo fue encontrado el 14 de junio de 2015 por agentes del departamento de policía del Condado de Greene, Misuri.

La joven terminó declarándose culpable del asesinato y hasta este jueves cumplía una sentencia de 10 años de prisión en la cárcel estatal para mujeres en Chillicothe, pero fue liberada condicionalmente tres años antes. A su vez, Godejohn fue condenado a cadena perpetua por asesinato en primer grado.