Elecciones
Suecia: el conservador Ulf Kristersson es el nuevo Primer Ministro gracias a la extrema derecha
Kristersson fue elegido por 176 votos a favor y 173 en contra, apoyado por una alianza compuesta por los Moderados, los Cristiano-Demócratas y los Liberales y los ultraderechistas Demócratas de Suecia quienes, con 73 escaños, son la segunda fuerza parlamentaria.
Ulf Kristersson, el líder conservador sueco, fue elegido hoy Primer Ministro del país, en una votación que contó con el inédito apoyo de la extrema derecha de los Demócratas de Suecia, lo que inauguró una nueva era política para la nación escandinava.
Kristersson fue elegido por 176 votos a favor y 173 en contra, tras haber anunciado el viernes un acuerdo para un Gobierno tripartito, compuesto por su formación -los Moderados-, los Cristiano-Demócratas y los Liberales, apoyados en el Parlamento por los ultraderechistas Demócratas de Suecia (DS).
Este último, que no formará parte del Ejecutivo pese a ser la segunda fuerza parlamentaria con 73 escaños de 349, es un partido de derecha radical, antiinmigración y férreamente contrario a la presencia de musulmanes en Europa.
Las cosas que acordaron
El acuerdo político para sumar a DS implicó establecer una plataforma que incluye reducción de impuestos, limitar los beneficios, endurecer las políticas de inmigración y otorgar a la policía más poderes.
Los cuatro partidos presentaron una hoja de ruta conjunta de 62 páginas sobre su futura cooperación, en la que destacan ejes como la lucha sin cuartel contra el crimen y la inmigración, además de construir más reactores nucleares.
Las últimas elecciones parlamentarias que ganó el bloque conservador ajustadamente, marcó el avance de DS, con ideología neonazi creado en 1988. En la actualidad, es el segundo más votado con el 20,5 % de los votos.
En total, los cuatro partidos de derecha suman 176 de los 349 escaños del Parlamento.
La actualidad de Suecia
Kristersson leerá mañana ante el Parlamento su declaración gubernamental y presentará a continuación su gabinete, que asumirá formalmente el poder durante un consejo de Estado, presidido por el rey Carlos XVI Gustavo.
El flamante premier, licenciado en Ciencias Económicas, basó su campaña electoral en el lema "Restaurar el orden en Suecia". En la actualidad, el precio de los alimentos y de la energía, están por las nubes
Por su parte, el líder del DS, Jimmie Åkesson, dijo que las políticas del nuevo ejecutivo eran más importantes. "Lo importante es lo que el Gobierno haga", no cómo esté compuesto, aseguró. El mismo, que debería anunciarse mañana, prevé recortes dramáticos en la política sueca de acogida de refugiados, reduciendo la cuota de 6.400 demandantes de asilo del año pasado a solo 900 anuales durante los cuatro años de mandato.
Ahora, sus políticas estarán supeditadas al apoyo de DS, en un país que durante décadas fue considerado sinónimo de valores liberales y de apertura.
Hasta 2018, todo el arco político rechazaba acuerdos con la ultraderecha, sin embargo, el mensaje de que la creciente criminalidad en el país está directamente ligada a políticas de inmigración "demasiado generosas", caló hondo entre los votantes y marcó la agenda del actual Gobierno. Si bien en la última década los sucesivos gobiernos endurecieron la normativa inmigratoria, la nueva coalición promete ir aún más lejos en ese terreno.
El estatus de asilo será temporal y será más complicado para los nuevos inmigrantes obtener beneficios, además de que habrá una revisión de los incentivos para la repatriación voluntaria "con un enfoque particular en aquellos que no se han integrado".
La policía tendrá luz verde para tomar medidas más duras contra las bandas criminales y las sentencias por delitos de pandillas serán más largas, en el marco de una política de seguridad que prevé, además, autorizar el cacheo a personas en ciertos "barrios sensibles" aun si no existe un comportamiento sospechoso, penas más duras para reincidentes y los testimonios anónimos ante la justicia.