Un terremoto de magnitud 6,6 puso en alerta a la costa sur de Japón ante un posible tsunami

Un terremoto de magnitud 6,6 fue registrado en el océano Pacífico, al sur de Japón. Por la intensidad del movimiento tectónico las autoridades activaron -por aproximadamente dos horas- una alerta por tsunami para las islas Izu, ubicadas al sur de Tokio.

El terremoto se produjo este jueves alrededor de las 11 de la mañana del horario local del país oriental. Según los especialistas el movimiento ocurrió a unos 10 kilómetros de profundidad bajo la superficie del mar, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).

Este mismo organismo fue el encargado de emitir el alerta ante la probabilidad de que se produjera un tsunami de, por lo menos un metro de altura, en una cadena de islas ubicadas al sur de Tokio. Además, le había recomendado a la población alejarse de las zonas costeras, aunque también señaló que no se preveían “riesgos de daños” significativos en las mismas.

Por su parte, en rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno, pidió “extremar la precaución y mantener la calma”, y señaló que el Gobierno se encuentra vigilando la situación.

Sin embargo, el terremoto sólo causó una crecida del nivel del mar de unos 30 centímetros pasado el mediodía -siempre en horario local- en la isla de Hachijojima (ubicada a unos 290 kilómetros al sur de Tokio), que tiene una población de unos 8000 habitantes.

En este contexto, las autoridades locales señalaron que por el momento no recibieron informes sobre ningún tipo de daños materiales ni personales.

La Agencia Meteorológica nipona decidió retirar la alerta de tsunami pasadas las 13 locales, aunque pidió a la población de la zona mantener la cautela ante posibles variaciones del nivel del mar y señaló la posibilidad de que se produzcan nuevos sismos de una magnitud similar a la de este jueves durante los próximos días.

Japón es uno de los lugares más propensos a terremotos en todo el mundo. En 2011, un sismo de gran magnitud desató un tsunami que destruyó enormes extensiones del norte de Japón y provocó el colapso de la central nucleoeléctrica de Fukushima.