Estados Unidos

Una bacteria intestinal de origen animal podría prevenir enfermedades cardiovasculares

Un estudio firmado por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón, defiende la implementación de tratamientos probióticos contra la aterosclerosis, es decir, la peligrosa acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias.

Una bacteria intestinal de origen animal podría ser clave para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Así lo ha dejado claro un estudio firmado por investigadores de la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos, que defiende la implementación de tratamientos probióticos contra la aterosclerosis, es decir, la peligrosa acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias.


La investigación detalla que la Bilophila, una bacteria identificada hace apenas 31 años en un apéndice infectado, posee un código genético expandido que permite que su metabolismo -a través de una vía de desmetilación- evite la producción de trimetilamina N-óxido (TMAO): un compuesto convertido por el hígado asociado con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.


"La conexión entre el TMAO y las enfermedades cardiovasculares ha tendido a centrar la conversación en cómo las dietas de origen animal tienen consecuencias negativas para la salud. Pero al analizar los datos de los estudios fundamentales de los microbiomas intestinales, descubrimos evidencia de que un tipo de bacteria asociada con el consumo de carne puede tomar el TMA (trimetilamina), así como los precursores del TMA, y metabolizarlos sin producir ningún TMAO. Eso significa que esas bacterias están, en efecto, cortando un eslabón clave en la cadena de enfermedades cardiovasculares", ha explicado la autora principal del estudio, Veronika Kivenson.


La investigación también subraya que los organismos en el estómago afectan el desarrollo de una miríada de estados de enfermedad, pero hasta ahora había sido realmente complicado descifrar qué es exactamente lo que sucede detrás de las conexiones entre la dieta, la salud y la microbiota.


“Se necesita más investigación sobre la biología y la ecología de las células de 'Bilophila', pero nuestro estudio presenta un mecanismo claramente definido con potencial para un gran impacto en la salud humana", ha remarcado el coautor del estudio, Steve Giovannoni. "Los datos que hemos revisado muestran que hay una cantidad significativamente mayor de 'Bilophila' en los microbiomas de las personas sanas en comparación con las que padecen enfermedades cardiovasculares, y que el número de Bilophila aumenta en respuesta a una dieta basada en la carne en comparación con una dieta basada en las plantas. Nuestros hallazgos sugieren que el papel de Bilophila en el microbioma y en la salud humana podría depender del contexto específico y que su potencial como probiótico que mitiga el papel de los productos animales en la enfermedad cardiaca debería ser estudiado más a fondo", concluía Kivenson.