A PUNTO DE SER JUZGADA

Una sospechosa de crímenes nazis de 96 años intentó huir pero fue recapturada

"Tomó un taxi", dijo Milhoffer, al explicar que la acusada se dirigió a una estación de subte en Norderstedt, en las afueras de la ciudad de Hamburgo. El abogado de la anciana, Wolf Molkentin, sí estaba presente en la sala, pero no hizo ninguna declaraci

Una exsecretaria de un campo de concentración nazi de 96 años que iba a ser juzgada este jueves en Alemania se dio a la fuga antes de comparecer, pero fue encontrada pocas horas después, informó el tribunal.

"La acusada fue encontrada y un médico va a determinar si puede ser detenida y el tribunal decidirá después si la orden de arresto es ejecutada o no", explicó la portavoz del tribunal de Itzehoe, Frederike Milhoffer, citada por la agencia de noticias AFP.

El tribunal emitió una orden de detención contra la acusada, luego de que la anciana -que debía comparecer- salió de su casa con destino desconocido.

"Tomó un taxi", dijo Milhoffer, al explicar que la acusada se dirigió a una estación de subte en Norderstedt, en las afueras de la ciudad de Hamburgo.

El abogado de la anciana, Wolf Molkentin, sí estaba presente en la sala, pero no hizo ninguna declaración.

La Fiscalía acusa a la mujer, que se desempeñó como taquígrafa y mecanógrafa en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof (cerca de la ciudad polaca de Gdansk), de ayudar a los responsables del campo en el asesinato sistemático de más de 11.000 prisioneros entre junio de 1943 y abril de 1945.

Más de 50 periodistas y asistentes, así como 12 representantes de los 30 demandantes, los abogados defensores y otras personas implicadas en el juicio esperaban en la sala de vistas instalada en una nave industrial.

Estaba previsto que el juicio comenzará con la lectura del acta de acusación.

Según la Oficina Central encargada de la investigación de los crímenes nazis, unas 65.000 personas murieron en el campo de concentración alemán de Stutthof y sus instalaciones aledañas, así como en las llamadas marchas de la muerte organizadas allí al final de la Segunda Guerra Mundial.

Furchner tenía en el momento de los hechos entre 18 y 19 años y por ello iba a ser juzgada por el tribunal especial para jóvenes de Itzeohe.

En la actualidad, vive en una residencia de ancianos de Hamburgo.