Cumbre

Urgen a un pacto para regular las aguas internacionales y proteger los océanos

La cumbre «One Ocean Summit» culmina con el compromiso de más 40 países para cerrar el próximo marzo en la ONU un pacto para regular las aguas internacionales y acelerar así la protección de los océanos y la lucha contra la contaminación marina

Los 27 países de la Unión Europa (UE) y otros 16 de fuera del bloque comunitario urgen a cerrar el próximo mes de marzo en la ONU un pacto para regular las aguas internacionales y acelerar así la protección de los océanos. Este fue uno de los principales compromisos anunciados durante la cumbre «One Ocean Summit», que reunió en Brest (noroeste de Francia) a una quincena de líderes internacionales.

La presidencia francesa también informó de que 84 países respaldan ya el objetivo de proteger sus zonas marítimas y terrestres en un 30% hasta 2030. Esa meta, añade el Elíseo, se conseguirá si se logra regular el estatuto de alta mar, que son aguas internacionales que no están bajo la soberanía de ningún país y ocupan el 45% de la superficie del planeta. «Hay un gran continente oculto que se llama alta mar y necesitamos conocerlo bien para poder regularlo», señaló Macron durante la conferencia celebrada en el antiguo complejo industrial del Atelier des Capucines.

El dirigente francés, cuyo país controla la segunda mayor zona marítima del mundo, aseguró que la UE pretende acelerar las negociaciones que se llevarán a cabo en la ONU entre el 7 y el 18 de marzo para lograr un Tratado Global de los Océanos que se ponga en marcha este mismo 2022.

También presente en Brest, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, resaltó que ha habido avances al respecto y pidió un espíritu de cooperación como el mostrado en 2016 para el estatuto del mar de Ross en la Antártida, considerado un refugio de la fauna y la flora marina. «Eso fue gracias a que Estados Unidos, China, Rusia, la UE y otros países superaron sus diferencias para proteger ese rico ecosistema» repleto de ballenas, focas y pescados, indicó.

La UE liderará esta iniciativa, llamada «coalición de la alta ambición en favor de un tratado en alta mar«, junto a otros 16 países, entre ellos Chile y Perú, con importantes zonas marítimas en el Pacífico.

Esa propuesta europea, encabezada por Macron, recibió críticas de ONGs como Greenpeace. Activistas medioambientales achacaron al dirigente francés tener «un doble discurso» al omitir el daño que generan las actividades de minería en el mar.

Uno de los líderes con un discurso más duro fue John Kerry, enviado especial para el Clima de la Administración de Joe Biden. «El océano posibilita la vida en la Tierra gracias al oxígeno que proporciona y eso está en riesgo. Estamos cambiando la química de los océanos, mucho más rápidamente de que lo se hizo en millones de años», denunció el antiguo senador estadounidense.

Según Kerry, hay países que «miran a otro lado ante prácticas ilegales» que ocurren en sus aguas y urgió pasar de «las palabras a los actos», conclusión a la que también llegó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, igualmente presente en Brest. También hubo llamamientos para que las empresas del sector contribuyan, pues el 90% del transporte internacional se hace por vía marítima.

Para la lucha contra el plástico, la reunión de Brest movilizará 4.000 millones de euros (unos 4.558 millones de dólares al cambio actual) hasta 2025 gracias a los aportes del Banco Europeo de Inversión (BEI) y de las agencias de desarrollo y de crédito oficial de las cuatro principales economía del Viejo Continente: Alemania, Francia, Italia y España.

Esta iniciativa conjunta financia proyectos destinados a reducir la contaminación por plásticos en el mar. En tres años, la iniciativa ya ha alcanzado el 80% de su objetivo, al proporcionar 1.600 millones de euros en financiación a largo plazo para proyectos de los sectores público y privado que reducen los vertidos de plásticos, microplásticos y otros residuos en los océanos mediante una mejor gestión de los residuos sólidos, las aguas residuales y las aguas pluviales.

Los proyectos firmados hasta la fecha en el marco de la iniciativa afectarán a más de 20 millones de personas que viven en África, Asia, América Latina y Europa. Algunos ejemplos son la mejora del tratamiento de las aguas residuales en Sri Lanka, China, Egipto y Sudáfrica, la gestión de los residuos sólidos en Togo y Senegal y la gestión de aguas pluviales y la protección contra las inundaciones en Benín, Marruecos y Ecuador.

En palabras del director general de la AFD, Rémy Rioux, el aumento de la financiación «demuestra que los bancos públicos de fomento colaboran estrechamente con las partes interesadas costeras y fluviales para reducir la contaminación por plásticos en los océanos, que en gran medida se deriva de actividades terrestres». «También estoy encantado de que el BERD se haya sumado a esta iniciativa, reforzando así el Equipo Europa en su lucha por preservar los océanos», ha resaltado.

Más economía circular

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, confirmó la adhesión del país «formalmente» a la iniciativa ‘New Plastics Economy Global Commitment‘, que impulsa la Fundación Ellen McArthur en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con la que se busca fomentar la economía circular de los plásticos.

«Debemos actuar de inmediato para protegerlos», ha insistido el presidente que ha recordado que el año pasado España se comprometió en la pasada cumbre Un Océano (One Ocean en inglés) a proteger el 30% de los océanos en 2030, una promesa que reiteró en la última reunión del G-20, celebrada el pasado mes de noviembre en Roma, y que se está sustanciando en iniciativas que impulsa el Gobierno, como el Plan de Acción para un Mediterráneo Ejemplar 2030.

No obstante, Sánchez reclama «medidas de alcance global» y por ello quiere que en la próxima Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente las negociaciones conduzcan a un acuerdo internacional contra la contaminación por plásticos.

«La posición de España es clara: apoyamos la transformación del Mercator Ocean International en un nuevo organismo internacional que refuerce la cooperación entre países y el acceso a la información», ha añadido.

Además, ha destacado el impulso de España a la declaración de nuevas áreas marinas protegidas en el océano austral como ya se expresó durante la celebración del 30 aniversario del Tratado Antártico a finales de 2021 en Madrid.

Respecto a la pesca ilegal, que usa métodos como el de arrastre o incluso la dinamita, el presidente francés saludó la adhesión a un protocolo internacional de seis nuevos países: Marruecos, Jamaica, Timor Oriental, Islas Marshall, el archipiélago de las Comoras y Papúa Nueva Guinea.

La cumbre, preparatoria para la conferencia de la ONU sobre los océanos que se celebrará en junio en Lisboa, también sirvió para lanzar una nueva coalición encabezada por Francia y Colombia sobre el «carbono azul», que buscar restaurar los ecosistemas marinos.