Los Hornos

Colocaron un busto en homenaje a Julio López

La efigie del testigo desaparecido fue colocada en 66 entre 152 y 153.

A 16 años de la declaración de Jorge Julio López en un juicio contra contra el exjefe policial Miguel Etchecolatz por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar, ayer se colocó un busto de bronce para conmemorar al testigo, que había estado desa­parecido en aquellos años y poco después de brindar su testimonio volvió a desaparecer, esta vez en democracia.

La instauración de la escultura fue el momento culminante de una jornada de homenaje que se realizó en la calle 66 entre 152 y 153, en el predio de la Unidad de Pronta Atención (UPA) del barrio platense donde vivía López, y en el que fue visto por última vez a poco de declarar en el juicio.

El busto retrata a López con la boina que llevaba ese 28 de junio de 2006, cuando prestó la declaración que resultó ser su último acto político. El 18 de septiembre del mismo año, cuando iba a asistir a la audiencia con los alegatos finales en el juicio, no apareció, y hasta ahora se ignora qué fue de él.

Del acto participó Rubén López, hijo del albañil y militante dos veces desaparecido. “Mi viejo tenía su pertenencia acá y me gusta que su busto esté en un espacio público que es de todos y todas, que se logró con la lucha colectiva, y creo que será la lucha colectiva la que alguna vez nos va a permitir saber qué le pasó a mi viejo”, dijo ayer durante la ceremonia.

En la ocasión estuvieron presentes ­también Eduardo Castellanos, otro sobreviviente que declaró en el mismo juicio, y ­familiares de víctimas de la dictadura y del accionar de la Policía bonaerense en ­democracia.