PERSONAS BUSCADAS

Continúa la búsqueda del joven de Berisso que salió a trabajar pero no llegó

Federico tiene 22 años, trabaja de cocinero en La Plata y su familia no sabe nada de él desde el martes a la mañana

La familia de Federico Kuczkho está desesperada porque hace más de 24 horas que no sabe nada de él. El martes salió de la casa de sus padres para ir a trabajar, pero no llegó. Hicieron la denuncia en la comisaría correspondiente y hasta ahora no hay rastros del joven de 22 años.

Vive en Berisso, algunos días en la casa de su novia, con quien tiene un hijo de tres años, y otros en la casa de sus papás. Justamente el martes, pasó por ahí, se baño, se cambió, saludó a su mamá y desapareció.

Cora contó que su hijo es un chico casero y trabaja de cocinero en La Plata. “La última vez que lo vi estaba bien. Salió de casa para ir a tomar el colectivo. No llevaba celular porque se le rompió. Encontré su billetera y su documento y los primero que pensé fue que se los había olvidado. Pero ahora, ya no se qué creer. Estoy desesperada".

El joven toma el colectivo en la esquina de la casa de sus padres, pero su familia revisó las cámaras de seguridad de la zona, y vio que pasaron tres ómnibus y Federico no subió. Esto corrobora lo que habían averiguado horas antes: Kuczkho no usó la SUBE ese día.

Su mamá se enteró que su hijo había desaparecido cuando Solange, su novia, la llamó para preguntarle si Federico había ido para su casa, porque ella lo estaba esperando en una plaza y no apareció.

Ante la alerta se pusieron en contacto con amigos y compañeros de trabajo quienes dijeron que no sabían nada de él. Una de las cámaras de seguridad de los vecinos lo captó caminando por las calles de Berisso el mismo martes pero no pueden determinar la hora. Esa, es la última imagen que hay del joven.

“Mi hijo no es un chico de ausentarse, ni de salir de caravana y desaparecer. Hablé con su novia y no pelearon. No estaba deprimido, por eso me extraña que se haya ido sin avisar. Estamos desesperados, lo seguimos buscando y esperamos noticias de la policía", concluyó angustiada Cora.

El joven mide 1,75 metros y tiene dos tatuajes: uno de un ancla con rosas en la muñeca izquierda y otro de un trébol de cuatro hojas en la derecha. Cuando desapareció llevaba puesta una remera gris, un jean celeste clarito, zapatillas negras gamuzadas con cordones blancos, un buzo azul marino y una mochila.