Coronavirus: le dieron el alta a la pareja de médicos de La Plata

El matrimonio de La Plata que estuvo 15 días aislado en su casa tras regresar de un crucero que amarró en Camboya fue dado de alta tras cumplir con el protocolo sanitario y evaluaciones que confirmaron su buen estado de salud. Tras cumplir con un monitoreo diario, la pareja no presentó síntomas de coronavirus. Se trata […]

El matrimonio de La Plata que estuvo 15 días aislado en su casa tras regresar de un crucero que amarró en Camboya fue dado de alta tras cumplir con el protocolo sanitario y evaluaciones que confirmaron su buen estado de salud. Tras cumplir con un monitoreo diario, la pareja no presentó síntomas de coronavirus.

Se trata de Eduardo Ferraresi, médico terapista, y su esposa, Diana, psiquiatra, quienes estuvieron en un crucero de la empresa Westerland de bandera holandesa, que durante una semana navegó buscando dónde desembarcar debido a que Taiwán, Filipinas, Guam y Tailandia le cerraron el acceso a sus puertos hasta que fueron recibidos en Camboya.

Previa llegada a Ezeiza, el matrimonio hizo una escala en Brasil y, cuando regresaron a La Plata, las autoridades sanitarias les comunicaron que debían estar 15 días en cuarentena sin salir de su domicilio.

Ferraresi contó que junto a su esposa se embarcaron el 15 de enero en el crucero Westerdam en Hong Kong y al llegar a Manila el gobierno de Filipinas informó que no permitiría el ingreso del barco al puerto por temor a eventuales casos de coronavirus a bordo.

El profesional precisó que luego siguieron rumbo a Taiwán, donde se les permitió desembarcar y recorrer el lugar, pero que más tarde se les impidió el ingreso a los puertos de Japón, Corea del Sur y Shangai, hasta que fueron recibidos en Camboya.

“Nos dirigimos entonces hasta Tailandia, pero al llegar al puerto de Bangkok una lancha torpedera se nos puso al lado y le ordenó al capitán volver a aguas internacionales”, dijo. Tras una escala en San Pablo, Brasil, el matrimonio arribó a Ezeiza el 15 de febrero pasado.

“Esos días en el barco, éramos cuatro argentinos. Los pasajeros entendieron todo lo que ocurría, no hubo ni una voz disonante”, recordó y contó que sólo algunas personas oriundas de China usaban barbijo porque “en teoría, arriba del barco no había virus”.

Ferraresi contó que si bien en determinado momento se habló de un caso sospechoso entre los 1.500 pasajeros del crucero -el de una mujer de 83 años- a su modo de ver, se trató de una falsa alarma ya que “si hubiera habido virus, nos hubiera contagiado a todos”.

“Nos tomaron la temperatura, llenamos planillas y declaraciones juradas donde todos manifestamos no tener síntomas. Esa señora después dijo tener tos, la analizaron y dijeron que era coronavirus positivo. Si hubiera sido así, nos hubiese infectado a todos. El promedio de edad de los pasajeros era de 75 años. Hubiera sido un desastre”, dijo.

“Cuando finalmente bajamos en Camboya sentimos que éramos famosos: estaba lleno de cámaras de televisión, periodistas, helicópteros, el primer ministro saludándonos”, recordó.

“Entré a Argentina el sábado 15. Me bajé del avión y me estaba esperando mi hijo. Fui al festejo de cumpleaños de mi nuera, donde estuve con un montón de gente. Al día siguiente, vinieron mis hijos y nietos a visitarnos. El martes me llamó el Secretario de Salud de la municipalidad de La Plata, Enrique Rifourcart, y me pidió que me aislara”, detalló el médico.

Ferraresi contó que el crucero les devolvió el dinero del viaje, les pagó los pasajes a Argentina y les regaló un viaje idéntico al que no pudieron concretar.