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Crece el vandalismo en el Cementerio de La Plata
Como ya ocurrió otras tantas veces, desconocidos se robaron las placas de bronce de las tumbas. La problemática sigue sin encontrar una solución.
Los vecinos platenses siguen intranquilos al no poder ver descansar en paz a sus deudos debido a la cantidad de episodios vandálicos que ocurren en el Cementerio de La Plata. Tal como sucedió en otras tantas oportunidades, en las últimas horas nuevamente volvieron a robarse elementos de las tumbas y la preocupación va en aumento.
El tema volvió a estar en boca de todos tras una denuncia que daba cuenta de un episodio vandálico en el que desconocidos se llevaron algunas placas de bronce que luego son vendidas para obtener unos pocos pesos por valor del metal. Esta es una situación que se viene repitiendo desde hace varios meses y que, a pesar de la colocación de cámaras de seguridad, no se pudieron frenar los ataques.
El último en revelar estos hechos de inseguridad fue un hombre que al momento de ir a visitar el nicho de su hijo fallecido, se encontró con una desgarradora escena al notar el faltante de la placa. En este sentido, los mismos malvivientes quisieron arrancar el mármol, pero por el simple motivo de generar la destrucción del sepulcro.
Los delincuentes que actúan en este tipo de episodios suelen arrancar los metales para luego venderlos, aunque el valor de los mismos no suele ser muy elevado. En el caso denunciado por el hombre, los ladrones se alzaron con una pequeña fracción de mármol que se utiliza para sellar los nichos y que tiene un tamaño de aproximadamente 50 por 50 centímetros.
Un flagelo difícil de solucionar
Lo ocurrido en las últimas horas no es un hecho aislado, sino que se viene repitiendo asiduamente. Incluso, el Oratorio Santo Cristo del Cementerio de nuestra ciudad fue víctima de este tipo de ataques vandálicos que, a pesar de los cambios que se efectuaron en el personal de vigilancia y la instalación de cámaras de seguridad en el predio, no se detienen.
Sin ir más lejos, en el mes de noviembre del año pasado se robaron una chapa de cobre del Oratorio. Aun así, en la enorme mayoría de los casos, los malvivientes logran su cometido y escapan con los pocos elementos de valor que pueden encontrar en el lugar. Pero lo que más bronca provoca en los vecinos es que en casi ninguno de los casos los sospechosos fueron identificados y detenidos.