Entrevista

De La Plata a Santa Cruz con la misión de salvar una especie en peligro de extinción

Kini Roesler es biólogo y lidera el proyecto de conservación del macá tobiano, una especie única en la provincia de Santa Cruz.

Un objetivo, un trabajo en equipo y la lucha diaria para salvar a uno de los animales emblema del Parque Nacional Patagonia: el macá tobiano, una especie zambullidora endémica de la provincia de Santa Cruz. El Dr. Ignacio (Kini) Roesler es coordinador del Programa Patagonia de Aves Argentinas e investigador del Conicet. Ha dedicado su vida al estudio de la ornitología y trabaja desde hace diez años para para salvar al macá tobiano de la extinción.

“El trabajo que hacemos es de conservación de especies y ambientes de la Patagonia”, sostuvo en diálogo con este multimedio. “El trabajo es en toda la región de Patagonia y principalmente Patagonia Austral, en Santa Cruz, donde trabajamos en el Parque Nacional Patagonia, pero también en el Parque Nacional Los Glaciares y en lugares que no son parques nacionales, como otras mesetas y lugares privados”.

—¿Cómo nace tu pasión por las aves?

—Mi pasión por las aves nace porque me crié en un pueblo de la provincia de Buenos Aires que se llama General Villegas y desde chico ya era observador de aves. No sabía que existía el macá tobiano hasta que conocí lo que era la Asociación Ornitológica del Plata, que luego se transformó en Aves Argentinas. Yo estudié en La Plata, en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, y una vez que me recibí de biólogo (un poco antes) estaba trabajando con las aves.

—¿Cómo está conformado el grupo que estudia este animal, emblema del parque nacional?

—El grupo de trabajo que hemos conformado está compuesto mayormente por biólogos; pero también tenemos veterinarios, comunicadores, educadores ambientales, técnicos de campo, guardaparques, que trabajamos desde la parte académica pero también para desarrollar acciones para protegerlo, ya sea cuidando, removiendo las amenazas o criándolos. Este grupo que trabaja conmigo es el que estudia y protege al macá tobiano, que es el emblema del Parque Nacional Patagonia y el emblema de la provincia de Santa Cruz. Es un ave superimportante, declarada monumento provincial; hasta es la imagen de un club de rugby, de kioscos, de una agencia de turismo, de todo. Es un bicho supercarismático en la provincia.

—¿Cuándo el macá tobiano se convirtió en una especie en extinción?

—El macá tobiano fue declarado críticamente amenazado desde 2012 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que es la entidad global que clasifica las especies en peligro de extinción. Lo clasificaron ese año por información que colectamos con nuestro grupo de investigación. Actualmente quedan menos de 800 individuos, la población global. Son menos de 800 y todos viven en Santa Cruz.

—¿Cuáles son los desafíos para el 2023 en lo personal y en el equipo de trabajo?

—Los desafíos para el 2023 son lograr mantener todo el programa de conservación activo, que es un programa enorme y que no involucra solamente al macá tobiano, sino a otras especies, como la gallineta chica, el chinchillón anaranjado, el pato de los torrentes; y básicamente lograr que el macá tobiano tenga el mayor éxito reproductivo posible por temporada, que es nuestra mayor obsesión año tras año.