Ciencia

El satélite platense ya avanzó a la etapa de fabricación

Se trata del USAT I, ideado por la Facultad de Ingeniería de la UNLP. La coordinadora del proyecto señaló cuáles son los pasos a seguir y la importancia de la iniciativa.

La Plata será la cuna de un satélite que, entre otras funciones, podrá realizar observaciones atmosféricas o del suelo. Ya pasó a la etapa de fabricación, lo que representa un enorme avance en materia tecnológica y científica. Se trata del USAT I, ideado por la Facultad de Ingeniería de la UNLP, cuyo lanzamiento está previsto para el 2023.

“Para nosotros es un orgullo porque no todos los satélites, no solo universitarios sino en el mundo, llegan a estas instancias. Hay muchos que avanzan pero solamente quedan en la idea, y el nuestro está llegando a este punto donde ya cerramos el diseño y estamos empezando con toda la fabricación. Así que está un pasito más cerca de ser real”, destacó a este multimedio la coordinadora del proyecto, la ingeniera del Centro Tecnológico Aeroespacial, Sonia Botta.

En el proyecto trabajan a tiempo completo unas 15 personas, pero el equipo completo alcanza al doble. Integrantes del CTA se ocupan de la parte mecánica, térmica y de gestión de sistemas, como así también del diseño del sistema eléctrico del satélite. Por otro lado, parte del grupo de Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones del Departamento de Electrotecnia se encargan de los sistemas electrónicos.

“Esperamos terminar la construcción pasado fines de este año. Imaginamos que a principios del año que viene estará, y esperamos poder lanzarlo más o menos a mediados del año que viene y que esté operativo. Para su ubicación en el espacio tendría que salir desde los Estados Unidos”, adelantó.

Sobre la función del objeto, Botta destacó: “(con este satélite) Esperamos demostrar técnicas científicas con NSS, esto es el sistema de navegación global satelital, el mismo que se usa para el GPS”.

“Nuestra idea es usarlo para técnicas científicas para observación de la Tierra y observación de la atmósfera. En nuestro caso, este satélite va a ser cien por ciento de demostración tecnológica, en vistas de que pueda llegar a ayudar a otros satélites a obtener este tipo de mediciones de forma más económica”, postuló.

El satélite universitario es considerado un nanosatélite, ya que pesa alrededor de 4 kilos y sus medidas son 10 por 10 por 30 centímetros.

“Este satélite, además de ser un satélite como tecnología que queremos que funcione y que cumpla su objetivo, es un proyecto educativo, así que una buena proporción de la gente que está involucrada son estudiantes. Es un orgullo llegar a esta instancia, sabiendo que estamos formando un montón de gente en el camino”, cerró Botta.