La Plata
Entre la ayuda desinteresada y las graves amenazas recibidas
Una abogada platense fue víctima de fuertes intimidaciones al enfrentar al sector inmobiliario de la región, exponiendo una serie de estafas
"Recibimos amenazas porque tocamos intereses de personas poderosas”, le contó a este multimedio Ludmila Mazzoni, una letrada platense que aboga por aquellos que últimamente más lo necesitan en la ciudad: los inquilinos o todas aquellas personas que están buscando -en varios casos de manera desesperada- un alquiler para poder contar con un techo.
Pese a los mensajes intimidatorios que sufre, y entre los cuales hasta se menciona a su familia, la joven continúa adelante con su trabajo, en el cual ayuda y asesora a cientos de individuos que la contactan, a través de las redes sociales o del estudio jurídico que maneja junto a colega Andrea Tartaglia.
“Hija de put…, te vamos a hacer cagar a vos y a tu familia si seguís hablando mal de las inmobiliarias”, fue uno de los últimos mensajes que le mandaron, desde cuentas que rápidamente se desaparecen al darse de baja.
En diálogo exclusivo con Trama Urbana, Mazzoni habló de las estafas que cometen impunemente las inmobiliarias, quienes mediante acciones que no están establecidas por la ley les quitan dinero a los inquilinos de los inmuebles que ponen en alquiler.
“Si bien no te roban con un arma en la cabeza, es un robo de todos modos. Desde que se aprobó la nueva Ley de alquileres, el mercado inmobiliario subió los precios de manera desproporcionada y las consecuencias las pagan los inquilinos”.
Indicó que “hay mucha desinformación y las inmobiliarias utilizan eso para cobrar lo que quieren. El sellado y el timbrado casi no se cobra más porque la vivienda tiene que tener un determinado valor fiscal, pero sin embargo te cobran más de $50.000 o $70.000 de sellado, y eso es una estafa”.
“Termina siendo un robo”
Ludmila detalló que desde su estudio tienen como objetivo “hacerle ahorrar la plata que le sacan de manera ilegal al inquilino y que hoy por hoy no es menor. La gente tiene gastos de diferencias de $50.000, $80.000 y hasta $100.000, y eso termina siendo un robo. Te cobran eso por arriba de lo que establece la ley”. Para ejemplificar, graficó que en los últimos días una inquilina “se ahorró $10.285 por mes, todo el año, más $49.000 de un depósito actualizado que le hacían poner, y no existe legalmente la actualización del depósito. Como intervenimos se lo tuvieron que devolver”.
Aseveró que “recibo a diario reclamos y denuncias de personas que no pueden ir a ningún lado porque no hay lugares para denunciar. Las inmobiliarias ponen el valor que quieren y nadie regula. No hay regulación en los valores para entrar a una vivienda. Solo el Colegio de Martilleros actúa, cuando hay una denuncia puntual. La gente está triste y angustiada”.
La estafa por parte de las inmobiliarias pareciera no tener freno, y son los inquilinos las víctimas. “Se tiene que cumplir la Ley de alquileres que existe, pero hay una cadena de irregularidades terrible de parte de las inmobiliarias, que cobran cualquier cosa e inventan gastos que no existen. Hay que informar sobre esos abusos, lo que están cobrando y lo que la gente padece. No puede ser que cobren cinco veces más y que nadie controle ni que haya un lugar para denunciar”.
Irregularidades
Entre las irregularidades de las inmobiliarias, Ludmila destaca que “hacen contratos temporales truchos, entonces cada tres meses aumentan. Pagás lo que ellos quieren, como ellos quieren. Y una nueva: en dólares”.
Añadió que “como no les alcanza, piden actualización de depósito a los inquilinos cuando en realidad los únicos que deben actualizar el depósito son los propietarios. Así podés estar pagando cinco meses algo que no te corresponde”.
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Lejos de los abogados convencionales y estructurados, desde el estudio Tartaglia-Mazzoni se acercan a la gente de otra manera: a través de un lenguaje sencillo sin tecnicismos para ser comprendidos sin dificultades por un amplio espectro de gente, y en gran parte mediante las redes sociales. “Queremos romper un poco con la formalidad”, dijo Ludmila, quien aclaró que "durante la pandemia vimos la problemática sobre los alquileres en la región. Todos los días nos llegan cientos de consultas de toda índole. No hay quiénes asesoren a los inquilinos ni solucionen sus problemas. Es un descontrol y cuesta mucho acceder a la vivienda y permanecer".
Por último, la profesional indicó que la mayoría de las consultas que reciben son por la frecuencia de aumentos, los porcentajes de los mismos, los arreglos y los gastos para acceder al alquiler.
“La mayoría de las inmobiliarias no cumplen con el reglamento y piden cosas no establecidas por la ley. En muchos casos los inmuebles no están preparados y les hacen falta arreglos, que los propietarios no hacen".