La Plata

“Hace más de diez años que nadie hace nada por el barrio”

Vecinos de 30 y 530 denunciaron que hay una pérdida de agua. “Pagamos hasta 1.500 pesos por mes, pero no tenemos el suministro”, comentaron.

Una enorme pérdida de agua como consecuencia de un caño roto a más de 80 centímetros de profundidad por debajo de las veredas se ha convertido en un verdadero karma para los vecinos de 30 y 530, una esquina que está en el límite entre Tolosa, La Cumbre y La Loma.

“Acá estamos cerca de la triple frontera entre los barrios. Por eso el delegado de Tolosa a veces le pasa la pelota al de San Carlos y así estamos nosotros en el medio”, expresó irónicamente Silvio, un comerciante de la zona que explicó con la precisión de un ingeniero lo que está ocurriendo en esta esquina de La Plata.

Los vecinos a medida que se fueron reuniendo se fueron envalentonando en el discurso durante la húmeda mañana del martes cuando este multimedio se acercó al lugar y denunciaron que no tienen agua en las casas ni para bañarse ni para tomar, y mucho menos para usar los lavarropas en esta zona de la ciudad.

“Acá la mayoría tuvo que hacer una inversión de hasta 80.000 o 100.000 pesos para comprar una bomba que pueda generar la presión de agua suficiente como para que se llenen los tanques. De lo contrario es imposible”, denunciaron ante diario Hoy.

Este grupo de personas se juntaron de forma espontánea durante el mediodía de ayer, y se mostraron muy enojados por la falta de respuestas de la empresa ABSA.

Asimismo, confirmaron que tuvieron que contratar a un plomero para intentar tapar una parte de la pérdida.

Según explicaron, hasta el año 2003 había buena presión de agua en la zona y los tanques de las casas se llenaban sin problemas. Ese año, más precisamente el 25 de mayo, se inauguró el estadio Ciudad de La Plata que está a cinco cuadras de esta esquina.

“Desde ese momento comenzaron los problemas con la presión del agua. Nunca más pudimos lograr que se llenen los tanques de agua de las casas sin tener que recurrir a una bomba privada”, expresaron en la zona.

Las personas, además, confirmaron los insistentes reclamos, pero al mismo tiempo la falta de respuestas para solucionar el problema.

“Gasté un montón de dinero en reparar una y otra vez las paredes y los pisos por la humedad que provoca en el suelo esa pérdida de agua”, confirmó el dueño de la casa de la esquina, que si bien está alquilada, los inquilinos suelen irse antes de que termine de cumplirse el contrato, cansados del problema.

“Pagamos entre 1.200 y 1.500 pesos por el agua que no está. O en realidad está y se desperdicia por la pérdida”, concluyeron.