La brigada sanitaria Ramona Medina analizará el agua en barrios populares platenses

Los 400 voluntarios de la Brigada, conformada a partir del inicio de la pandemia, se encarga de detectar casa por casa casos sospechosos de coronavirus; hisopar a portadores de síntomas sospechosos; rastrear anticuerpos de coronavirus para identificar posibles donantes de plasma; completar esquemas de vacunación, elaborar alcohol y ahora sumará el análisis de las aguas en los barrios populares de la región.

"Todas estas acciones parten de una concepción de salud integral, que no tiene que ver solo con detectar un virus o investigar una cura, sino con que las personas puedan vivir mejor. Y este sentido es el de la participación de nuestros estudiantes en estas actividades, que apunta a la formación de profesionales íntegros y comprometidos con su comunidad", dijo Guido Mastrantonio, secretario de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas y responsable de las Brigadas.

Se trata del Proyecto Taller de Aguas que realizarán en el Barrio Cristo Rey, ubicado entre las calles 179 y 181 entre 38 y 36, de la localidad de Lisandro Olmos, un asentamiento con visibles necesidades de sanaeamiento urbano y sanitario.

"El agua es un derecho humano, y desde esa premisa encaramos nuestro trabajo", explicó Virginia Vetere, directora del Taller.

Por su parte Matías Assandri, integrante del equipo, precisó que "sabemos que el barrio no tiene agua potable, que tiene un tanque colectivo y que necesitan verificar el estado del agua que consumen, por eso vamos a tomar varias muestras y analizaremos su potabilidad".

El laboratorio de la Facultad trabajará específicamente en estos análisis y funcionará según los protocolos aplicados por el Aislamiento Social y Obligatorio.

Alejandra Aragón, referente del merendero "Los chicos del barrio", se contactò con las Brigadas Ramona Medina para pedirles que examinen el agua, ya que tienen una bomba que abastese a todo el barrio y ya han tenido casos de diarrera , vómitos y virus.

En mayo último, al conocerse la muerte por Covid-19 de Ramona Medina, la militante y vocera insulinodependiente de La Garganta Poderosa, los brigadistas sanitarios que trabajaban desde marzo último decidieron tomar su nombre en homenaje al trabajo territorial que realizaba la mujer en un contexto de carencia de recursos básicos, como el agua, en dicho asentamiento popular, hecho que se ocupó de denunciar hasta su muerte.