La solidaridad en tiempos de crisis de dos enfermeras platenses
En medio de la pandemia, con decenas y hasta centenares de casos de Covid-19 conocidos a diario, la solidaridad de varios platenses sigue dando qué hablar. En este caso, dos hermanas relacionadas al mundo médico decidieron aportar sus conocimientos para ayudar a los demás, ofreciéndose a cuidar a personas de la tercera edad que no […]
En medio de la pandemia, con decenas y hasta centenares de casos de Covid-19 conocidos a diario, la solidaridad de varios platenses sigue dando qué hablar. En este caso, dos hermanas relacionadas al mundo médico decidieron aportar sus conocimientos para ayudar a los demás, ofreciéndose a cuidar a personas de la tercera edad que no puedan moverse de sus casas.
En diálogo con este medio, Erika Villagra contó que junto a su hermana Gabriela se les vino a la cabeza una idea que ayuda a terceros. Ella es auxiliar de enfermería y estudia enfermería, mientras que Gabriela es enfermera profesional. “Todo surgió más que nada porque nos dedicamos al cuidado de abuelos hace años. La profesión que elegimos es para ayudar a otros, y no buscamos réditos económicos. Creo que en este momento se necesita más que nada ofrecer una mano, y nosotros podemos ayudar desde lo que hacemos en enfermería”, dijo.
Ambas mujeres perdieron el empleo en el último tiempo, y eso las empujó aún más para dar el paso. “Mi hermana se quedó sin trabajo hace una semana y no consigue entrar en hospitales y yo los últimos dos años cuidé a una abuela, pero ya no lo hago más. Ella estaba en una empresa de cuidados domiciliarios. Ofrecimos entonces nuestro gramo de arena para ayudar a quién necesita en este momento más que nada”.
Comentó que su iniciativa fue haciéndose conocida por el boca en boca y, además, “yo trabajo por recomendación. Trabajé para varios médicos de La Plata cuidando a sus padres”. Aseguró que “nos ofrecemos a ayudar a quien lo necesite de manera gratuita. Lo hacemos todo sin fines de lucro. Nos ponemos a disposición. La mayoría recurre a centros médicos o salitas para tomarse la presión o ponerse inyecciones y eso lo podemos hacer nosotras en sus domicilios, sin que los abuelos se muevan al hospital. Creo que muchos enfermeros con título que no estén trabajando podrían hacer lo mismo y sería de gran ayuda”.