Las bicis vuelven a la ruta para concientizar sobre la donación de órganos

Gustavo Álvarez, de 44 años, es paciente renal y desde hace ocho años que está con diálisis. Dicho tratamiento lo lleva a tener que conectarse tres veces por semana, cuatro horas por día para seguir viviendo. Mientras, continúa en la espera del tan ansiado trasplante de riñón. NACE N.T.D En el 2014, en medio de […]

Gustavo Álvarez, de 44 años, es paciente renal y desde hace ocho años que está con diálisis. Dicho tratamiento lo lleva a tener que conectarse tres veces por semana, cuatro horas por día para seguir viviendo. Mientras, continúa en la espera del tan ansiado trasplante de riñón.

NACE N.T.D

En el 2014, en medio de una conversación, el hijo de Gustavo, Joel Álvarez, le pregunta puntualmente qué actividades hacía él cuando era un adolescente, y la respuesta fue automática: andar en bicicleta. Acto seguido le relata una travesía que había hecho desde La Plata a Chascomús. La emoción de su hijo acrecentó y le cuestiona a su padre porqué no había continuado haciendo ese ejercicio. Gustavo le responde que sus huesos ya no se lo permitían.

“Papi, no te detengas, menos ahora”, le respondió Joel. Ese ‘menos ahora’ hacía referencia a todo el trayecto que Gustavo padeció de la mano de su enfermedad.

Y sí, fue un antes y un después de esa charla: decidieron iniciar estas bicicleteadas desde La Plata hasta Mar del Plata. Además, para justificar tanto esfuerzo y tantos kilómetros, le sumaron una causa motora: concientizar sobre la donación de órganos.

LA PRIMERA TRAVESÍA

“En marzo del 2015 hicimos la primer bicicleteada de La Plata a Mar del Plata donde nos acompañaron aproximadamente diez ciclistas”, contó Laura Bon, la esposa de Gustavo en diálogo con la RED92. “En agosto del 2015 lo volvimos a hacer por la donación de órganos pediátricos, en esa ocasión salimos del Hospital de Niños de La Plata“, detalló.

En el 2016, a Gustavo le diagnostican hiperparatiroidismo y fue ahí cuando le prohíben andar en bicicleta: “Sus huesos se quebraban de nada así que estuvo ocho meses postrado en una cama, perdió masa muscular y tuvo que estar inmovilizado por miedo a que se le quebraran los huesos”, relató Laura.

A fines de julio del 2016, lo operan en el Hospital Rossi, donde recibe una excelente atención por parte del personal médico, según las palabras de su esposa. Fue en ese momento donde le indican a Gustavo que recién a los tres años iba a poder caminar otra vez. “Gustavo había dejado de caminar, se le habían atrofiado todos los músculos y además le dijeron que se olvidara de la bici”, contó ella.

En contra de todos los diagnósticos, a los 8 meses Gustavo estaba caminando nuevamente y al año estaba entrenando con su bicicleta.

ENTRE LA ESPERANZA Y LA IMPOTENCIA

En febrero del año pasado Gustavo tuvo la mejor noticia: su amigo Daniel Durán sería su donante vivo. En el Hospital El Cruce, de Florencio Varela iniciaron todos los estudios y trámites legales.

Sin embargo, a los 15 días lo llamaron por teléfono a Daniel para decirle que Gustavo “tenía problemas mentales y que por tal motivo no se iba a poder realizar el trasplante. Lo que es imposible porque jamás lo evaluaron, ni un profesional en psicología o psiquiatría”, relató Laura.

En la vereda de enfrente, estuvo el llamado a Gustavo donde le dijeron que el señor Duran excedía los 60 años y tenía problemas de salud por lo cual se complicaba la realización del trasplante: “Ahí comenzó nuestra batalla porque a Gustavo lo sacaron de la lista de espera. Hicimos todas las denuncias correspondientes hasta que él me dice ‘mira, la única manera que tengo para pelear es arriba de la bici’ así que decidió hacer nuevamente esta bicicletada, en agosto del año pasado, para exigir por una ley de trasplante justa y equitativa”, afirmó su esposa.

El trayecto elegido fue desde Mar del Plata a La Plata “para poder llegar a nuestra ciudad y para que la gente, nuestros amigos, nuestras familias nos puedan recibir”, agregó Laura. “Pero cuando íbamos a salir de la rotonda del aeropuerto de Mar del Plata había un pelotón de policía esperando para llevárselo detenido a Gustavo. Nunca supimos el porqué, ellos decían que tenían ‘órdenes de arriba’ pero nunca nos mostraron nada”, relató.

Gustavo se metió con su bicicleta por adentro de la ciudad y no lograron llevárselo detenido, ni a él ni al resto de los ciclistas. “La travesía la hicimos de todas maneras. Tuvieron que pedalear mucho más pero la hicimos”, contó Bon.

GUSTAVO ES N.T.D

Gustavo es N.T.D porque a pesar de todo lo que pasó, a pesar de que la Policía lo quiso llevar detenido, no pudieron y la verdad que hemos visto cómo la gente cada año responde más”, contó orgullosa Laura a este medio.

Y agregó: “Empezamos siendo diez ciclistas y hoy somos 40 ciclistas lo que van a participar de esta NTD”.

En febrero de este año, Gustavo hizo la bicicleteada solo en 39 horas: fue desde La Plata hasta Mar del Plata porque tenía que volver enseguida a dializarse.

BICICLETEADA N.T.D 2019

Este año Gustavo vuelve a subirse a la bici para concientizar y levantar la bandera sobre la donación de órganos pediátricos y el grito por una ley de trasplante justa y equitativa, se renueva.

La cita es el fin de semana del sábado 17 de agosto. En esta oportunidad, el grupo N.T.D necesita, de un transporte capaz de trasladar a los 40 ciclistas junto con las 40 bicicletas que este mes dirán presente en la travesía.

“Necesitamos la ayuda de alguna empresa o alguna persona particular que cuente con algún colectivo o alguna camioneta para trasladar las bicis y a los ciclistas. Les vamos a estar muy agradecidos”, dijo Laura.

Además, ella misma invita a los platenses que quieran sumarse a pedalear a contactarse a través de su Facebook personal: https://www.facebook.com/laura.bon.33