Nacieron dos guacamayos de una especie en peligro de extinción

El nacimiento fue en el marco del trabajo de conservación y protección de las especies que permanecen en el predio platense y tiene una enorme importancia porque estas aves se encuentran en peligro de extinción.

Fuentes del Bioparque, que depende de la Secretaría de Espacios Públicos, informaron que los guacamayos nacieron algunos días atrás y que los pichones “se encuentran en buen estado de salud”.

”Las aves son cuidadas por profesionales del propio Bioparque. Esta es una gran noticia ya que también es un aporte para contrarrestar la pérdida de biodiversidad, dado que la especie está en peligro”, señaló José Etchart, responsable del área.

Este tipo de guacamayo, que habita en América del Sur desde Panamá hasta el noreste de la Argentina, está amenazado porque en muchas zonas bajó en forma considerable su población como consecuencia de las actividades ilegales de caza y tráfico. En Paraguay ya se lo considera extinto.

El guacamayo azul y amarillo mide entre 76 y 86 centímetros de largo y pesa entre 900 y 1500 gramos. El macho y la hembra adultos son casi iguales, su plumaje es de color azul en la parte superior, amarillo en el pecho y el vientre, blanco en la cara y verde en la frente.

Uno de los comportamientos más curiosos de la especie es que, una vez que forman pareja, no se separan nunca más. Anidan cada dos años entre los meses de agosto y enero. En sus hábitats naturales cavan agujeros en los troncos de los árboles y palmeras, y la hembra pone dos o tres huevos que incuba durante 28 días.

Los pichones abandonan el nido 90 días después de la eclosión. Mientras tanto, el macho alimenta a la hembra durante ese período y protege el nido de los intrusos.