Reclamos

Se hundió una vereda y piden arreglos en 7 y 63

El hecho ocurrió a raíz de una enorme pérdida de agua que apareció el domingo y terminó perjudicando a más de ochenta departamentos de la zona. Frentistas y comerciantes reclaman soluciones.

Un grupo de operarios, que realizaban trabajos en la vereda de calle 63, a metros del cruce con la avenida 7, dejaron una gran pérdida de agua que está dificultando la libre circulación de los frentistas del lugar.

En la zona se encuentra un edificio con aproximadamente 80 departamentos, en su mayoría ocupados por personas mayores, además de familias con niños, como explicó uno de los vecinos afectados por la situación: “En la puerta del edificio que tiene viviendo un montón de gente mayor, niños, personas no videntes, porque hay un centro de braille. Inclusive una chica ya se quebró”.

“Tiene más de medio metro de profundidad el pozo que se hizo en el medio de la pérdida de agua, que además ocupa más de la mitad de la vereda. Vinieron hace dos meses a destaparlo y tenían que arreglarlo. Dejaron todo así, pero le habían puesto una especie de cerco con maderas para dividir la zona de la vereda que está transitable de la que está rota. Pero con el paso de las semanas se fue cayendo y no sabemos si puede haber electricidad en el agua. Es un verdadero peligro”, contó el hermano de una de las personas que viven en el mencionado edificio, en la esquina de 7 y 63.

Asimismo, la queja también la impulsaron los comerciantes de la misma esquina, ya que los clientes han recriminado la situación y, en algunos casos, han dejado de concurrir por el estado de la vereda.

Por otro lado, hay un centro de braille cerca de la zona afectada, las personas no videntes que concurren al establecimiento requieren de señales extras —las cuales no están—, acompañamiento para poder circular o directamente evitar la calle. “Hicieron muchos reclamos, pero excede a la responsabilidad del consorcio. Es la vía pública. El piso se está derrumbando cada vez más. Mi hermana es no vidente y tenemos que acompañarla, y ya sabe que tiene que ir bien pegada a la pared, pero la verdad no sabemos a quién más recurrir” marcó, uno de los damnificados.

Al mismo tiempo, en la esquina de 63, la circulación de personas es constante, no solo por ser una avenida concurrida, sino que muchas personas suelen esperar algún colectivo, ya que muchos tienen recorrido por 7.

Paralelamente, la esquina está a menos de trescientos metros de Plaza Rocha, en donde también los vecinos del barrio venían expresando inconvenientes para poder caminar o usar las paradas de los colectivos por los trabajos de reemplazo de los adoquines en la zona.