Un basural pone en jaque la salud de los vecinos

Lejos de poder respirar el aroma de las flores que crecen con la llegada de la primavera, los vecinos del barrio San Carlos no salieron de su asombro esta semana, cuando todo tipo de animales, como ratas y hasta víboras, comenzaron a recorrer el cordón de la vereda de la calle 37, entre 131 y 137.

Según explicaron en la zona, desde hace algunas semanas dejó de funcionar el sistema de recolección de residuos que, como suele ocurrir en otras zonas que no son céntricas en La Plata, no pasa todos los días por esta región.

De acuerdo a lo expresado y mostrado, en la calle 37 entre 135 y 136 se formó un enorme basural como saldo de esta situación, lo que llevó a que muchas personas tuviesen que tolerar el fuerte olor nauseabundo a basura acumulada.

El problema se agravó durante el último fin de semana, cuando algunos gatos y perros de la calle comenzaron a husmear y revolver todas las bolsas, dejando los residuos desparramada sobre el mencionado terreno de la calle 37.

Según contaron en el lugar, un bebé de menos de dos años que caminaba con sus hermanitos amaneció ayer con un importante salpullido en varias zonas del cuerpo y la familia sospecha que podría tratarse de una reacción alérgica por estar en contacto con la basura desparramada en la cuadra.

En contacto con este multimedio, Jorge Rusconi no escondió su malestar por todo lo que está ocurriendo en el lugar, el cual transita y recorre desde hace más de quince años cuando decidió mudarse junto a su pareja. “La delegación y el municipio no responden. Se ha convertido en una cría de ratas y los vecinos que vivimos en esta zona nos cansamos”, comentó el frentista de la calle 135, que meses atrás también se había manifestado por los inconvenientes que trajo para los comerciantes de la zona de 38 la tardanza en la finalización de la obra de ensanchamiento de esta avenida en esta parte de la región.

En otro sector del barrio San Carlos, Laura y otro grupo de personas decidieron llevar la basura que la comuna a través de la empresa de recolección no se lleva, al cruce de 43 y 131. De esta manera, es fácil observar cómo a cualquier hora del día hay bolsas acumuladas en un lugar en donde además suele haber accidentes por la falta de visibilidad, que muchas veces se provocan por la montaña de bolsas que los propios vecinos llevan hasta la rambla para que alguien pueda recogerlas y así despejar las veredas internas de las cuadras del barrio San Carlos.