RIESGO SANITARIO
Viagra, paracetamol y más: la explicación científica detrás de la contaminación en arroyos de La Plata
Investigadores de la UNLP y el Conicet explicaron cómo llegan medicamentos como el sildenafil a los cursos de agua, qué relación tienen con descargas cloacales y cuáles son los posibles impactos sobre los ecosistemas acuáticos.
Luego del sorprendente hallazgo de Viagra y otros fármacos en arroyos de La Plata, especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del Conicet brindaron detalles sobre el origen de estas sustancias y el alcance del fenómeno. El estudio puso en evidencia la presencia de contaminantes emergentes y abrió interrogantes sobre el estado del sistema sanitario en la región.
El doctor en Ciencias Naturales Pedro Carriquiriborde, investigador principal del Conicet y docente de la UNLP en el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIM), explicó que la presencia de estos medicamentos se vincula principalmente con descargas cloacales, el uso de pozos ciegos y los hábitos de consumo de la población. Según señaló, estos sistemas precarios pueden filtrar residuos hacia las napas freáticas y, desde allí, contaminar las aguas superficiales.
El especialista detalló además que la aparición de los fármacos no es constante durante todo el año. El sildenafil, por ejemplo, se asocia a un mayor consumo en verano, mientras que otros medicamentos aparecen vinculados a patologías estacionales. A esto se suma la influencia de las lluvias, que pueden diluir o concentrar las sustancias según el nivel pluviométrico, generando escenarios variables para los ecosistemas acuáticos.
Entre los compuestos detectados, la carbamazepina —utilizada para tratar trastornos neurológicos— fue la sustancia hallada con mayor frecuencia, seguida por paracetamol, ibuprofeno y atenolol. En invierno, en tanto, se registró una mayor presencia de broncodilatadores como el salbutamol. Los valores medidos, según el estudio, superan en varios casos referencias internacionales, aunque en Argentina aún no existe legislación específica para este tipo de contaminantes.
Carriquiriborde aclaró que, en las concentraciones encontradas, los fármacos no representan un riesgo directo para la salud humana, ya que el agua destinada al consumo pasa por plantas potabilizadoras que reducen aún más estos niveles. Sin embargo, advirtió sobre los posibles impactos ambientales, recordando antecedentes internacionales donde medicamentos como el diclofenac provocaron graves daños en poblaciones animales.
“Estas sustancias no deberían estar presentes en las aguas superficiales. Además, suelen ser indicadoras de contaminación cloacal y pueden aparecer junto a otros contaminantes, como bacterias coliformes, que sí representan un riesgo sanitario”, concluyó el investigador, subrayando la necesidad de profundizar los estudios y mejorar la infraestructura sanitaria.