YPF: Violencia, represión y amenazas por parte de la intervención de la UOCRA

Durante esta mañana, alrededor de las seis de la mañana, se desató un nuevo enfrentamiento entre los trabajadores de la empresa AESA y la intervención de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), cuando decidían ingresar a ocupar sus puestos de trabajo.

En las inmediaciones de la puerta 4 de la destilería YPF, fueron interceptados por la Policía, quienes le impidieron el ingreso. Los agentes de la fuerza respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.

La obra se encuentra paralizada hace más de 15 días, producto de las diferencias entre los trabajadores y la intervención que encabeza Carlos Vergara. Los reclamos son por mejoras salariales y por sueldos adeudados.

“Nos presentamos a la obra, como todos los días, para tener una respuesta y exigir que los compañeros despedidos puedan ser reincorporados”, contó Gabriel, uno de los trabajadores afectados.

Y añadió: “Nos encontramos con que en la puerta nos empezaron a reprimir la gente de la intervención y la Policía”.

“Están todos muy angustiados porque hace un mes que no tienen trabajo y cuando vienen se encuentran con represión, golpes y amenazas”, sostuvo.

Al mismo tiempo, reveló que los empleados que se encuentran dentro de la planta, decidieron continuar con la medida de fuerza y no salir a trabajar.

Los trabajadores que no pudieron ingresar a la destilería se movilizaron hacia La Plata, para realizar un reclamo frente al ministerio de Trabajo en la avenida 7 entre 39 y 40.

Por otra parte, este miércoles, los empleados despedidos habían realizado una nueva protesta ya que a pesar del compromiso asumido por la firma, la semana pasada, no habían podido ingresar a trabajar. El plazo fijado, entre las partes, había sido este martes.

“No pudimos entrar ningún compañero. Por eso nos comunicamos con nuestro abogado y le mandamos un escrito a Villegas”, indicó César, uno de los trabajadores afectados, en diálogo con la RED 92.

El mismo decía: “Con fecha 10 de septiembre, la empresa en forma intempestiva y arbitraria y como represalia al escrito presentado el día anterior, le impidió el ingreso a trabajar a la totalidad de los 900 trabajadores que se venían desempeñando en la empresa AESA”.